Ambos hombres, de nacionalidad española, habían concertado una cita a través de una web de contactos en la que se anuncia regularmente el más joven para proporcionar servicios sexuales a cambio de dinero.
Días después de haberse encontrado en un inmueble de Ciutadella el anunciante comenzó a enviarle mensajes en los que le amenazaba con revelar en diferentes redes sociales las capturas de pantalla con las conversaciones mantenidas entre ambos hasta que acordaron la cita. Al parecer el joven habría conseguido su propósito en las primeras ocasiones en las que el otro hombre habría entregado las cantidades que aquel le pedía. Le chantajeaba asegurándole que publicaría las charlas subidas de tono si no le seguía proporcionando ingresos para que olvidara lo sucedido.
Dada la reiteración del chantaje la víctima, de 53 años de edad, tomó la decisión de dirigirse a la Comisaría de Policía Nacional de Ciutadella y presentar una denuncia.
Los agentes del CNP procedieron el domingo a identificar al presunto responsable de estas y posteriormente realizaron su detención. El acusado permanecía detenido ayer por la mañana en la Comisaría de Policía de Ciutadella. Se negó a declarar ante los agentes e hizo lo propio por la tarde frente al juez de guardia, aunque quedó en libertad con cargos hasta la celebración del juicio.
Según el Código Penal, el delito de coacciones del que se le acusa está integrado dentro del de abuso sexual. Este delito conlleva una condena de prisión para los declarados culpables que puede oscilar entre una pena mínima de tres a seis meses de prisión, o máxima de dos años, en función de la gravedad que se determine.
3 comentarios
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#menorca: parece ser que tu sabes mucho...o bien vas cada Domingo a misa con él, o conoces la vida de ese Señor de 50 años... no será que juzgas sin conocimientos de causa? Recapacita antes de escribir y juzgar en el anonimato, pues podrías también ser juzgado por tu actitud.
seguro que el de 50 y pico será un casado con hijos, y que cada domingo va a la iglesia, como si lo viera venir, es de libro.
Jajajaja, vaya tela con los soplanucas!