El sistema se presentó en octubre del año 2023 con vistas a su despliegue en todo Maó en noviembre del 24. | Katerina Pu

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El Ayuntamiento de Maó quiere agotar todas las vías legalmente posibles para no tener que cumplir con lo que dicta el contrato del servicio de recogida de basura puerta a puerta en los barrios con mayor presencia de grandes bloques de pisos. Teme las consecuencias –entre ellas el desgaste político– de la puesta en marcha del modelo de cubos mutifracción en esas zonas densamente pobladas y, pese a las advertencias jurídicas que le llegan desde el Consorci de Residus i Energia de Menorca, ha decidido ahora encargar a los técnicos municipales que miren con lupa la letra pequeña del contrato.

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El objetivo –al que llevan dando vueltas sin éxito desde hace meses– es encontrar resquicios que permitan la aplicación de alternativas que hasta la fecha han recibido un portazo jurídico por parte de los técnicos del Consorci, dependiente del Consell, pero del que el Ayuntamiento de Maó, cabe recordarlo, forma parte junto al resto de municipios.

En la reunión celebrada ayer en el Consell, el Consorci aceptó la petición del Ayuntamiento de Maó, pero advierte de que no ve demasiado margen de maniobra y que no cabe alargar mucho más la decisión. En ese sentido le conmina a cumplir con el contrato que se fraguó durante mandato del equipo de gobierno de PSOE y Ara Maó. Las partes se emplazaron a una nueva reunión la próxima semana. Es el plazo que el Conosrci ha dado al Consistorio mahonés para explorar ya in extremis una salida. El Ayuntamiento también quiere implicar a la empresa adjudicataria, FCC, en la valoración de la viabilidad de alternativas.

El apunte

Es Castell sí ha cumplido y teme acabar siendo una víctima colateral

La falta de decisión del Ayuntamiento de Maó con el despliegue del puerta a puerta en la totalidad del municipio puede acabar afectando al Ayuntamiento de Es Castell, que ya lo ha puesto en marcha con buenos resultados en todo su término municipal. No hay que olvidar que ambos municipios comparten contrato y que un eventual desistimiento del mismo por parte de Maó –opción que asegura que no está sobre la mesa– traería problemas judiciales para ambos.