Maite de Medrano, la tercera por la izquierda, posa con el manifiesto en el Hotel Meliá Barajas de Madrid.

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Maite de Medrano, único cargo electo de Vox en la Isla, forma parte del grupo de un centenar de representantes de la formación que se han unido para alzar la voz contra la dirección nacional y reclamar su refundación. La consellera insular y concejal en el Ayuntamiento de Ciutadella participó ayer en Madrid en un encuentro de este núcleo crítico dentro del partido, junto a los diputados autonómicos baleares Idoia Ribas y Agustín Buades.

La reunión previamente anunciada se celebró en el Hotel Meliá Barajas de la capital española, con cargos electos de Vox procedentes de diferentes provincias. Agustín Buades fue el encargado en las Islas de divulgar un comunicado en el que los firmantes exigen a Santiago Abascal y su equipo de dirección la «recuperación de Vox de su manifiesto funcional y la rendición de cuentas por parte de la dirección nacional del partido sobre la mala gestión organizativa y económica». Por todo ello, los críticos reclaman «que se convoque a la mayor brevedad un congreso refundacional para devolver al partido su vocación de gobierno al servicio de España».

El manifiesto denuncia, sin rodeos, la «inexistencia de democracia interna en el partido, la persecución de la libertad de opinión, el control férreo de las redes sociales personales de los cargos electos y el abandono de los representantes del partido en las instituciones municipales y provinciales», entre otras cuestiones. Apuntan, incluso, a las dudas que existen sobre «el origen y el destino de los fondos económicos del partido». El documento se aprobó «por aclamación de todos los asistentes».

De la creencia firme en el proyecto de Santiago Abascal a la disidencia

En los vaivenes que ha sufrido Vox en Menorca y en Balears, Maite de Medrano siempre se había mostrado fiel hasta ahora a las directrices procedentes de los órganos de dirección nacionales, de Santiago Abascal. En uno de estos momentos convulsos llegó a declarar «soy de Vox desde su origen, soy la afiliada 505 y creo firmemente en su proyecto». Este cambio de parecer, este giro hacia un núcleo crítico dentro del partido, podría venir por diversos factores, según apuntan algunas fuentes. Por un lado está su afinidad con Idoia Ribas y, por otro, el hecho que su labor en las instituciones donde ostenta representación, más bien parca en cuanto a iniciativas, podría haber sido cuestionada desde las altas esferas.