En el controvertido pleno del 20 de diciembre se realizó la aprobación inicial de las cuentas.  | Gemma Andreu

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Tres de las cinco alegaciones presentadas a los presupuestos del Consell para 2025 han sido admitidas a trámite. Esto, de entrada, y según el procedimiento habitual, conlleva que las cuentas que se aprobaron inicialmente de forma controvertida a finales de diciembre tienen que volver a someterse a la votación del pleno el próximo 17 de febrero.Esta era una de las principales pretensiones que perseguían tanto el PSOE como Més per Menorca al presentarlas. Esta situación volvería a dejar al PP a expensas del voto de Vox, de no producirse de nuevo ausencias sobrevenidas.

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La aprobación definitiva de las cuentas es uno de los puntos que se recoge en el dictamen elaborado por los servicios jurídicos de la institución insular para que se someta a votación en el pleno. A pesar de ello, fuentes del equipo de gobierno aseguran que no necesariamente ha de ser así y que tan solo tienen intención de elevar al pleno una propuesta para resolver las alegaciones. De hecho, existe entre algunos consellers de la oposición una cierta sombra de duda sobre lo que pueda ocurrir en la comisión que el lunes votará este dictamen, donde el PP tiene tres votos y la oposición se reparte cuatro, uno de ellos de Vox.

Lo que es indiscutible es que el informe de Secretaría da por parcialmente estimada una de las alegaciones aceptadas a trámite, en concreto una referida a la ausencia de determinada documentación en el expediente.Cuestión de forma. El documento, según ha podido confirmar este diario, explica que la irregularidad ha sido ya subsanada, de aquí que no haya que retrotraer el procedimiento a su comienzo.

El apunte

Con la alegación de Cesgarden en 2013 se desestimó y se votaron los presupuestos

La aceptación a trámite de alegaciones a los presupuestos del Consell tiene como precedente las cuentas de 2013. Alegó la sociedad Cesgarden por una cuestión relativa a su indemnización. En aquel pleno, las alegaciones se admitieron a trámite y se desestimaron, y dentro del mismo punto del orden del día se votó, de nuevo, por separado, la totalidad del proyecto de presupuestos para su validación definitiva. Es una situación análoga a la actual, aunque entonces no había un equipo de gobierno en minoría ni una controversia encendida.