A pesar de la buena marcha del turismo, que se afianza como el principal motor económico de la Isla, en el horizonte han aparecido algunas nubes que amenazan con frenar el crecimiento que la economía menorquina ha experimentado desde el final de la pandemia, en consonancia con el resto de Balears. Así lo indica la última valoración de la coyuntura económica del Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam), correspondiente al cuarto trimestre de 2024, en la que se advierte de la desaceleración en diversos sectores.
«Hay ciertos indicadores que hasta ahora presentaban una evolución positiva, como la contratación o la confianza empresarial, que ahora baja por primera vez desde 2020», señala el economista David Serra, responsable de la diagnosis económica del Obsam, quien asegura que detrás de la buena marcha del turismo, hay que prestar atención a algunos factores que «están limitando la confianza en que se pueda seguir creciendo».
Baja la contratación
Uno de los indicadores que apuntan hacia un escenario de incertidumbre es la tendencia a la baja de la contratación, puesto que los buenos datos del paro no se traducen en un aumento de los contratos firmados, que cayeron un 7,7 por ciento en el cuatro trimestre de 2024, hasta los 4.016, situándose en los niveles más bajos desde 2011.
En este sentido, Serra destaca las crecientes dificultades del mercado laboral para encontrar trabajadores como uno de los factores que podrían estar reduciendo la contratación, sumado a los efectos de la reforma laboral, que ha reducido el ritmo de contratación por el boom de los fijos discontinuos. Los datos también muestran un estancamiento en la creación de empresas, que se sitúa alrededor de las 3.500, el mismo nivel que hace 15 años.
La precaución de los empresarios ante el futuro de la economía también responde a la reducción de algunos indicadores importantes relacionados con el consumo privado y la inversión, como la bajada de un 8 por ciento de las matriculaciones de vehículos entre 2023 y 2024, que muestran la debilidad de la demanda interna, que se resiente del aumento de precios acumulado durante los años 2021 y 2022, que todavía no se han recuperado. Y es que a pesar de que la inflación se ha moderado, se sitúa en el 2,5 por ciento. Esto también se refleja en el descenso del turismo nacional, que acusa la pérdida de capacidad adquisitiva. En este contexto, la crisis en el acceso a la vivienda aparece como otro factor de debilitamiento de la demanda.
Todo ello, apuntan desde el Obsam, se traduce en una bajada de la confianza empresarial y dibuja un «escenario complejo para la economía menorquina». «Detrás de los buenos datos cuantitativos, hay elementos que indican que cualitativamente no está tan claro que las cosas vayan bien», resume Serra.
La crisis de la vivienda y el descenso de la construcción lastran el consumo
14 comentarios
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A ver...lo de caro, hasta cierto punto es entendible (por el tema impuestos abusivos), pero lo de de la mala calidad, el mal servicio y la falta de respeto al cliente, eso no tiene perdón. Demasiada gente y demasiados turistas para lo que es Menorca, que si ha funcionado ha sido por su carácter de isla tranquila.
Però hauriem de decreixer... com defensa certa extrema esquerra, no?
Menorca va como un tiro econòmicament y nos dedicamos a flagelar al personal,que es lo que vende.A ver si os enterais todos que aqui se vive del turismo,desde el mas humilde funcionario al jubilado,pasando por todas,todas ,las profesiones.Bien directamente o de las que viven del turismo.Todos.Cuando pagas una pizza a 15 €,ademas de la pizza estas pagando el local,el camarero, la luz,etc.Si no te lo puedes permitir haces muy bien tirando de una de Mercadona.Todos queremos que los camareros y demás tengan unos sueldos dignos ¿Quienes creeis que los van a pagar?..naturalmente el consumidor,o sea nosotros.Referente al que le parezca que la isla esta saturada,lo tiene crudisimo porque el tema irá a mas.Tendrá que renunciar a ir en agosto a bañarse a Macarelleta y optar por Tirant.O ir a Macarelleta en marzo.Facil.Menos quejarse y reconozcamos que tenemos la suerte de vivir en un paraiso que hemos de compartir en verano.El ultimisimo recurso para la gente que tiene la piel tan fina,es irse a vivir a Teruel,León, Jerez,......
Que ha descendido el cliente local, dicen. Te sientas en cualquier sitio y ya no te digo comer... tomarte un par de refrescos te sale por un ojo de la cara. Pasarán por el aro los guiris que les han vendido la papeleta, pero la gente de aquí ya no.
Hasta aquíA pesar de la buena marcha del turismo, que se afianza como principal motor económico… Mis más sentidas condolencias.
Salir a cenar una triste pizza con mi familia, mi mujer y mis dos hijos me sale por mas de 60€ eso no es ni lo que gano en una dia de trabajo haciendo 8h..Con 60€ cenamos pizza en cas todos los sabados del mes...
Señor XHamburguesa, 2 bebida y postre te sale por 25€. Un robo para el turista y residente español.
Algunos se pensaban que con más turismo serían más ricos, y al final han abierto más comercios, hay menos trabajadores que quieren venir a vivir en furgoneta y el pastel se ha repartido entre más. Mientras tanto el residente paga todo a precio de turista y es el mayor damnificado. Menos FITUR, més FUTUR.
Eso se arregla subiendo impuestos!
Hasta aquíNo solo es eso: también cualquier compra para arreglar una casa; desde un saco de cemento hasta arreglar un baño. Los precios están un 50% más caros aquí que en Península, y no es por la insularidad, sino que por la avaricía y la falta de competencia (no quiero pensar que haya un pacto de precios). O arreglar un coche (curiosamente el mismo problema con mi coche de la misma marca y casi modelo que mi cuñado, que vive fuera; casi el doble de precio). Y todo son daños colaterales de aumentar población pero sin infrastructura ni servicios.