Los ayuntamientos de la Isla deben hacer frente al coste cada vez mayor de los sosorristas que se desplegan en playas como la de Son Bou entre mayo y octubre. Por ello, los consitorio pequeños piden el apoyo del Consell. | Gemma Andreu

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El aumento de los costes del servicio de salvamento, vigilancia y socorrismo de las playas ha llevado a los municipios pequeños de Menorca a alzar la voz para denunciar que cada vez tienen más problemas para hacer frente a un gasto que consideran inasumible. Por ello piden la ayuda del Consell y el Govern, y proponen mancomunar el servicio.

Al frente de esta reivindicación se encuentra el Ayuntamiento de Es Migjorn Gran, que acaba de aprobar el expediente para licitar el servicio de las playas de Sant Tomàs y Sant Adeodat, con un coste de 618.299 euros por tres años, lo que equivale a 206.099 euros por temporada. Desde el pequeño consistorio del sur de la Isla aseguran que esta cantidad es similar a la del año pasado, pero supera en casi 92.000 euros el coste de 2022, que fue de 113.740 euros.

Nuevo convenio laboral

El concejal de Hacienda, Turismo y Medio Ambiente de Es Migjorn, Antoni Borràs, recuerda que los gastos se han disparado desde que el Govern balear y los sindicatos firmaron el nuevo convenio colectivo de Vigilancia Acuática y Socorrismo de Balears, en 2023, que estableció un aumento del 25 por ciento del sueldo a los socorristas. «El anterior Govern negoció con los sindicatos y no pidieron nada a ningún ayuntamiento, y en vez de pactar una subida progresiva lo hicieron todo de golpe», lamenta Borràs.   

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En el caso de Es Migjorn, este aumento de los costes coincide con el descenso de los ingresos procedentes de las concesiones de las playas, a causa de la desaparición de la arena provocada por los temporales, que el año pasado hicieron perder 70.000 euros al Consistorio, una situación que este año va camino de repetirse. «Si se tiene en cuenta la cantidad que dejamos de ingresar del concesionario y la que debemos aportar de más desde el año pasado para contratar los servicios de salvamento y socorrismo, el desequilibrio para las cuentas municipales es de 160.000 euros anuales», señala Borràs, quien asegura que está situación es insostenible. «Los ayuntamientos pequeños estamos al límite, y las administraciones más grandes tienen que ser conscientes de que llegará un momento que no podremos asumirlo», remarca.

Por todo ello, desde Es Migjorn proponen mancomunar el servicio, y ponen de ejemplo lo que ya sucede con la recogida de residuos, que se realiza mediante un consorcio participado por el Consell y los ocho ayuntamientos de la Isla. Esto permitiría, señalan, reducir costes y hacer licitaciones que podrían interesar a más empresas, con lo que habría una mayor competencia.

Es Mercadal, al límite

Es Mercadal es otro consistorio que ha denunciado la subida de los costes del servicio de socorrismo, y cuyo alcalde, Joan Palliser, apoya la propuesta de mancomunar el servicio. En este municipio, el coste para esta temporada será de 400.000 euros, a lo que se sumarán los gastos de balizar las playas.

Se trata de una cantidad mucho más alta que la que tuvieron que pagar con el convenio anterior, que fue de 197.000 euros. Sin embargo, el alcalde, Joan Palliser, subraya que es necesario que los trabajadores cuenten con condiciones dignas, aunque cuestiona que los ayuntamientos deban asumir todo el coste. Además, recuerda que las exigencias de la Dirección General de Emergencias son cada vez mayores, ya que la temporada se alarga y hay más bañistas cada año. «Es un gasto muy elevado para los ayuntamientos pequeños, y al final, a las playas vienen turistas y residentes de todos los municipios, por lo que pedimos la colaboración del Consell y el Govern», señala.

El apunte

Ferreries tiene dudas sobre la viabilidad de compartir el servicio

Ferreries es otro municipio pequeño que debe asumir un coste cada vez mayor para prestar el servicio de vigilancia, salvamento y socorrismo. A pesar de ello, el alcalde Pedro Pons no ve clara la posibilidad de mancomunar el servicio, tal como han propuesto desde Es Mercadal y Es Migjorn en la junta de alcaldes, aunque tampoco se opone a ello.

Pons explica que esta temporada tendrán que licitar de nuevo el contrato, que saldrá a concurso por un precio base de 223.000 euros, una cantidad muy elevada para las arcas municipales, aunque el alcalde señala que la subida fuerte ya la tuvieron que asumir el año pasado, cuando el contrato se adjudicó por 199.650 euros. «En 2024 se nos juntó la subida del nuevo convenio con el hecho de tener que incluir Cala Mitjana en el contrato, por lo que pasamos de pagar unos 114.000 euros a casi 200.000», recuerda.

A pesar del gran incremento del coste, Pons considera que mancomunar el servicio no sería fácil y esta posibilidad le plantea algunas dudas. «Cada municipio tiene unas necesidades diferentes, y juntarlo todo a nivel insular sería complicado, aunque no digo que no se pueda estudiar», apunta. Además, remarca que sería difícil coordinar los plazos del servicio de socorrismo con las concesiones de cada playa, algo que ellos están intentando hacer. También tiene dudas acerca de si mancomunar el servicio serviría para abaratar el coste. «Si el Consell lo centraliza, supongo que ellos también contribuirán a financiarlo, pero igualmente los municipios tendríamos que asumir nuestra parte correspondiente», reflexiona.

Sant Lluís es otro municipio que está preparando la licitación del servicio y prevé adjudicar un contrato de tres años sin prórroga por un total de 441.000 euros (sin IVA), cubriendo las playas de Punta Prima y Binibèquer. En su caso, la subida del convenio ya se aplicó en la anterior licitación. La alcaldesa, Loles Tronch, asegura que no han considerado la opción de mancomunar el servicio, aunque cree que, en principio, sería beneficioso para los municipios, ya que reduciría la carga de trabajo de los técnicos municipales.