Ports acaba de convocar el concurso para la explotación de los amarres, con unas bases que no satisfacen al Ayuntamiento. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Es Mercadal ha contratado a un abogado especializado en gestión del litoral, Lluís Recoder, con la intención de tomar las medidas oportunas para que el concurso público para la explotación privada de cinco pantalanes en el puerto de Fornells incluya cláusulas que permitan que, al menos, dos de estas estructuras se destinen a fines no lucrativos por parte de colectivos de la localidad. De este modo, se vuelve a abrir un foco de tensión en relación a los planes de Ports de les Illes Balears en el puerto del norte de la Isla, después de la controversia que generaron sus obras de reforma durante los anteriores mandatos.

Desde el equipo de gobierno formado por L’Entesa y el Partido Popular, en esta ocasión el mismo partido que dirige el Govern balear y por tanto Ports, consideran que asignar la explotación de los cinco patalanes mediante un concurso público abierto no se ajusta a lo que establece la normativa ni tampoco a las necesidades reales de Fornells, que deben ser previamente justificadas, algo que no se ha hecho. Los responsables municipales valoran como inadecuado que a un puerto como Fornells se aplique el modelo de Eivissa, cuando sus características son totalmente distintas, como son también distintas a las de los muelles de Ciutadella.

«Ports debe justificar la necesidad que existe de sacar a concurso público abierto estos pantalanes», aportan. Y no es solo una exigencia arbitraria del Ayuntamiento de Es Mercadal, explican, sinó que es preceptivo en ausencia de un plan de usos y gestión del propio puerto. «Ahora mismo no hay ningún uso asignado a la lámina de agua». Tampoco da por válido el argumento de la existencia de una larga lista de espera.

El Consistorio no sabe todavía qué herramienta legal empleará para hacer valer sus intereses, algo que deja en manos del abogado que ha contratado. El concurso público se acaba de publicar en el perfil del contratante de Ports, algo que de lo que, asegura el Consistorio, se ha enterado por la prensa. El plazo para presentar ofertas acaba el 19 de febrero, por lo que este es el margen que existe, en principio, para impugnar las bases antes de que se conozcan las ofertas. Nadie de Ports, en cuyo Consejo de Administración hay representantes del PPde Menorca, les ha notificado nada al respecto, aseguran. Entiende la administración municipal que debería haber existido una coordinación previa entre ambas partes.

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Ley de Puertos

Lo que sí tiene claro son sus fundamentos a la hora de actuar. El Consistorio apela a la Ley de Puertos, que antepone el criterio de interés público a la rentabilidad, siempre en base a las funciones y usos de cada espacio, lo que implicaría dar preferencia con algún tipo de cláusula a colectivos como la Cofradia de Pescadores, el Club Nàutic o la asociación de vecinos, ya que «no se puede dejar de lado a las entidades sociales». La voluntad del Consistorio es que prevalezcan los fines sociales, una mayor atención hacia las embarcaciones clásicas y de recreo, y el turismo de carácter más residencial.

Un ejemplo de cómo debería  obrar Ports con al menos dos de estos cinco pantalanes, según la visión del Ayuntamiento de Es Mercadal, es lo que hizo Autoridad Portuaria de Balears con los amarres del puerto de Maó que han acabado siendo gestionados por el Club Marítimo de Mahón, introduciendo unas cláusulas orientadas a entidades no estrictamente de carácter lucrativo.

El Consistorio también pone sobre la mesa que no existe un desequilibrio en las cuentas de Ports que justifiquen la necesidad de ingresar los 1,2 millones de euros en cuatro años que estipula como canon anual para los cinco pantalanes el pliego de condiciones del concurso.«Tienen que ser eficientes y eficaces de acuerdo a las normativas y a la ComisiónEuropea, y esto así no se da.Que lo demuestren», comentan portavoces del equipo de gobierno.

Riesgo

Además, el Ayuntamiento de Es Mercadal advierte del riesgo de que los pantalanes, ahora en proceso de instalación y que suman 286 amarres, acaben concentrados en unas pocas manos. Considera que son insuficientes las medidas que para evitar este riesgo se han recogido en el pliego de condiciones, ya que es sencillo, expone, que una misma persona o empresa forme parte de distintas sociedades. El fantasma del desembarco de náuticas de fuera de la Isla, como ha sucedido con algunas de las concesiones del puerto de Maó, sobrevuela en este malestar.

El apunte

Pluviales, Casa del Contramestre y edificio de Es Pla, temas pendientes

La controversia por la gestión de los cinco pantalanes que ahora mismo se están instalando en el puerto de Fornells llega cuando todavía colean asuntos de anteriores mandatos, relacionados sobre todo con las voluminosas obras de reforma. El Govern tiene pendiente dar a conocer el resultado de la auditoría encargada para saber qué ha fallado en los nuevos pluviales instalados para que se desborden con una mínima lluvia. La construcción levantada en la zona de Es Pla, el ojo del huracán político en Fornells hace unos años, está infrautilizada, apenas se usan los baños según relatan vecinos y empresarios de la localidad, lo que también genera malestar. Su empleo como oficinas portuarias debía liberar la Casa de Contramestre con una posterior cesión al Consistorio. Por último lleva varios años parado el proyecto de remodelación y explotación de las casas de la calle Governador, que Ports recuperó tras finalizar la concesión que tenía la familia del empresario catalán Félix Millet.