Las nuevas barcas servirán para incrementar el control de la actividad náutica. | Josep Bagur Gomila

TW
0

Menorca contará con dos de las embarcaciones del nuevo servicio de vigilancia marítima del Govern balear. La iniciativa pretende mejorar la vigilancia en las costas de la comunidad autónoma, y surge a raíz del accidente en Cala Bona del pasado verano, que provocó la muerte del joven mallorquín Guillem Comamala, después de que un yate con tripulación alemana arrollara su pequeña embarcación.

De las 22 nuevas embarcaciones anunciadas por el Govern para prestar el nuevo servicio en todo el archipiélago, doce se destinarán a la vigilancia del interior de los puertos gestionados por Ports de les Illes Balears, y servirán para sustituir algunas de las embarcaciones que ya prestan este servicio, y que fueron adquiridas en 2010. Las otras diez se dedicarán a las nuevas tareas de vigilancia de las aguas costeras.

Vigilancia de aguas portuarias

A Menorca llegarán dos de las nuevas barcas destinadas a la vigilancia de las aguas portuarias, que servirán para ampliar de dos a tres las embarcaciones que ya presentan este servicio y para sustituir una de las barcas actuales.

Noticias relacionadas

Además, la Isla contará con dos de las diez embarcaciones destinadas a las nuevas funciones de vigilancia, inspección y control de la actividad náutica en la costa.

Desde el Govern han explicado que estas embarcaciones estarán a disposición de otras administraciones, como el Consell, y también de la Guardia Civil, que en Menorca no cuenta con ninguna lancha, a pesar de que las patrulleras con base en Palma también vigilan las aguas menorquinas.

El Govern ya ha sacado a licitación el suministro de las embarcaciones semirrígidas que prestarán el servicio, con un presupuesto de 2,2 millones de euros, IVA incluido, que se financiarán con fondos del Impuesto de Turismo Sostenible.