El sector B9, entre el polígono actual y la Ronda Nord, ocupa 385.000 metros cuadrados. | Josep Bagur Gomila

TW
2

Al menos una treintena de empresas han movido ficha los últimos años para asegurar su presencia en la futura ampliación del sector B9 del polígono industrial de Ciutadella. Son sociedades, pero también hay personas físicas, que disponen de alguna parcela y poseen entre todos más del 80 por ciento del futuro suelo industrial, aguardando al desarrollo urbanístico de la zona, para instalar allí sus negocios o arrendar o vender los terrenos.

Fuera de este listado está el Ayuntamiento de Ciutadella, que en realidad es el propietario mayoritario, con 36.750 metros cuadrados, que suponen el 15 por ciento de aprovechamiento medio que le corresponde.

En cuanto a empresas, la transportista Mascaró Morera es quien tiene mayor porción de terreno, con 23.200 metros cuadrados, donde pretende construir un centro logístico, más cercano al dique de Son Blanc que el actual en Alaior. Siguen a esta empresa otras compañías como Autocares Vidal y Al Bell Mig (10.000 metros), los empresarios Joan y Nicolau Anglada (7.400), Apartamentos Talayot (6.800), Naus Ciutadella (6.230) o Son Granot SL (5.400 metros cuadrados).

Noticias relacionadas

Estas empresas pertenecen a sectores muy dispares. Habrá naves dedicadas al transporte de pasajeros y de mercancías, náuticas, concesionarios, negocios de construcción, electricidad y agroalimentación, carpintería, industria turística, lavanderías, maquinaria agrícola o distribución alimentaria.

Los titulares, incluido el Consistorio que deberá hacerse cargo del 15 por ciento, se repartirán el coste de la urbanización de los terrenos, una vez el Ayuntamiento cambie el sistema de ejecución de cooperación a compensación.

A través de la junta de compensación, los propietarios gestionarán el proyecto, que estiman que tendrá un coste de entre 150 y 200 euros por metro cuadrado, en función del sistema elegido para la red de pluviales. Así, urbanizar los 245.000 metros cuadrados de suelo útil puede requerir una inversión de 49 millones.

Cambios de manos

La mayor parte del B9 pertenecía a las empresas Fetosi Desarrollos y Gel-Fux, en parte, gracias a las permutas firmadas con el Ayuntamiento hace dos décadas, en la época de Avel·lí Casasnovas como concejal de Urbanismo. Sin embargo, estas sociedades apenas conservan actualmente unos 10.000 metros cuadrados, después de que los últimos años las propiedades han ido cambiando de manos, por el interés creciente de empresarios por asegurar su presencia en la futura ampliación del polígono industrial.

El apunte

Una red pluvial más barata y que nutra fincas y acuíferos

Los promotores del sector B9 consideran que sería mucho más económico y más beneficioso medioambientalmente que la red de pluviales se oriente al norte, para el riego de fincas agrícolas y nutrir dos acuíferos existentes, antes que enlazarlo con el proyecto de los sectores B7 y B8, y que el agua de lluvia acabe en el Canal Salat y desembocando en el mar. Los empresarios lanzan una propuesta distinta a la que contempla el Ayuntamiento de Ciutadella, de conectar los pluviales del sector B9 a la red que se prevé construir para solucionar el problema existente con la evacuación en los sectores B7 y B8. Un proyecto con un coste estimado de 13,1 millones de euros, para acabar vertiendo el agua que dejen las precipitaciones al mar, instalando tuberías hasta conectar con el Canal Salat.

Más barato

Es en este contexto que los promotores sugieren que por lo menos el caudal que se recoja en el sector B9 se dirija, no al sur, sino al norte, donde hay dos acuíferos y diferentes explotaciones agrarias. Lo asemejan a lo que ya se hizo con el agua de la depuradora sur, que nutre campos próximos, lo cual evita un gran desperdicio de agua «limpia y filtrada» que, de otro modo, iría a parar al mar. Con sus cálculos, en un año con unas precipitaciones de 700 litros, teniendo en cuenta que el B9 tiene una extensión de 385.000 metros cuadrados, se podría recoger unas 270.000 toneladas de agua al año. Es mucha agua que podrían utilizar varias fincas y el excedente podría ir a una balsa, para infiltrar los acuíferos, que siempre van escasos.

Además, aseguran que «la obra sería mucho más barata», se trataría solo de cruzar la Ronda Nord y luego canalizar algunas tanques. Sería una red de 2,5 kilómetros, la mitad de los que se necesita para llegar al Canal Salat, aseguran. Esta propuesta es solo una «idea» que lanzan los impulsores de la urbanización, con la intención de que la analicen en la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern balear.