Vista de la estación depuradora en Biniancolla, Sant Lluís, que consta de tratamiento terciario y cuya agua se reutiliza para el riego. | Archivo

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El GOB Menorca advierte que el agua depurada de Sant Lluís que el Govern prevé reutilizar para el riego de cultivos agroalimentarios en 19 fincas del municipio duplica el máximo permitido de cloruro. Además, avisa que la mitad del agua que llega a la depuradora puede tener otros contaminantes y que hasta siete pozos de abastecimiento público podrían verse afectados en caso de contaminación.

Es por este motivo que, ante el proyecto del Govern, que acaba de salir a exposición pública y tiene un coste inicial de ocho millones de euros, la asociación ecologista ha presentado alegaciones advirtiendo la falta de garantías y los elevados peligros de contaminación que supone el proyecto de riego con aguas regeneradas que se pretende impulsar en Sant Lluís.

Desde el GOB Menorca concretan que las aguas depuradas del municipio presentan una concentración de cloruros de 475,33 mg/l y recuerdan que no se permite regar cuando su presencia es superior a 250 mg/l. «Casi duplica la cantidad máxima de cloruros admitida y aún así se sigue impulsando el proyecto», denuncian desde la asociación ecologista, que subraya el «serio problema de salinizar las zonas en las que se pretende regar», una superficie de más de 160 hectáreas.

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Otras sustancias peligrosas

El GOB Menorca, en su aviso, también insiste en que el último informe de Abaqua sobre las aguas que llegan al alcantarillado municipal advierte que Sant Lluís muestra un incumplimiento del 61,6 por ciento. «Más de la mitad del agua que llega a la depuradora incumple la reglamentación implantada para garantizar la correcta depuración», aclara la asociación ecologista. Y recuerda que «en las zonas previstas para regar hay como mínimo siete pozos de abastecimiento público».

Además, reconoce el GOB que «no se disponen de datos válidos para saber las extracciones que se están haciendo en Sant Lluís. En 34 de los 51 pozos descritos dentro del ámbito de actuación se desconoce incluso en qué nivel se sitúan las bombas de extracción».

«Es hora de dejar de gastar en grandes obras y empezar a poner el hilo en la aguja para controlar de manera efectiva el uso racional de los recursos», piden desde la asociación ecologista, a la vez que recuerdan que «la buena gestión del agua es un reto cada vez más importante».