Dolores Antonio, el viernes cuando puso su cargo a disposición del alcalde.  | Josep Bagur Gomila

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Una semana después de que estallara, la crisis de agua corriente en Maó se ha cobrado una víctima política. Y no es menor. Ayer presentó su renuncia al cargo la segunda teniente de Alcaldía de Urbanismo y Ciudad, Dolores Antonio, al considerarse responsable de que el documento de Hidrobal que llegó a mediados de agosto al Ayuntamiento, advirtiendo de la conveniencia de desconectar la planta desnitrificadora al no poder garantizar la calidad del agua que se suministraba, no se abriera hasta un mes después.

El día después de conocerse esta circunstancia, gracias a una solicitud de información por parte del PP en base a los registros de entrada municipales, Dolores Antonio puso su cargo a disposición del alcalde Héctor Pons al tiempo que reconocía que tenía un aviso de la existencia del documento que no atendió. Pero este optó por mantenerla en el cargo por su relevancia y por la necesidad de resolver el problema de la mejor manera posible.

En la carta divulgada ayer por la concejal, la regidora explica que ha demorado su renuncia porque antes ha querido dar cuentas en la comisión informativa del martes y reunirse con los responsables de la empresa concesionaria. «No se deja ir el timón al primer revés», manifiesta. De hecho, algunas fuentes apuntan a que la salida se daba ya por hecha a comienzos de esta semana desde el equipo de gobierno.

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Asamblea urgente

En la asamblea de la agrupación local del PSOE de Maó, celebrada el lunes de forma urgente para abordar la crisis, algunos de los asistentes manifestaron la conveniencia de que Dolores Antonio presentara su renuncia a tenor de la coyuntura política del Consistorio, con los socialistas gobernando en minoría con solo ocho regidores. No fueron la mayoría, ya que sobre todo recibió en este encuentro interno muestras de apoyo a su continuidad.

En la carta, Antonio expone que varios motivos explican el hecho que no viera el documento de Hidrobal,«pero para mí no disminuyen mi responsabilidad», una responsabilidad, afirma, «in vigilando, por no controlar un expediente que ha de tener responsables técnicos y, sobre todo, de una empresa que gestiona un servicio municipal».

Denuncia 'oportunismo político'

La concejal considera que debe tomar esta decisión pese a encontrarse «frente al oportunismo político» y porque «el servicio de agua es un tema clave y espero que mi salida actúe a modo de sacudida a una forma de funcionar, hacia una mayor efectividad interna y mayor compromiso y responsabilidad de la empresa que presta el servicio».

De este modo, Dolores Antonio cierra un periodo de nueve años en la política municipal, desde que en 2015 se convirtió en la número dos de la lista socialista encabezada por Vicenç Tur. Desde entonces suyas han sido las responsabilidades en la gestión de áreas como urbanismo o movilidad, de gran peso específico en el Consistorio.

El apunte

La vacante corresponde a Pilar Carrasco, exdirectora insular

La remodelación del equipo de gobierno se tendrá que acometer en cuanto se formalice la renuncia de Dolors Antonio, Deberá ser de calado a tenor de las áreas que asumía. Es probable que se convoque un pleno extraordinario para formalizar la renuncia, ya que el siguiente ordinario no se celebrará hasta finales de mes. Por el orden de la lista electoral del PSOE, tiene el derecho a ocupar la vacante que ahora se genera Pilar Carrasco, quien cuenta con experiencia en la gestión política. Fue en el pasado mandato directora insular de Atención Social.