La segunda protesta de los vecinos de Sa Fua, el pasado sábado.

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Los vecinos de los Apartamentos Sa Fua han vuelto a manifestarse contra la «situación insostenible» y los «abusos» que, según afirman, sufren por parte de la propiedad de La Boyera y la «aparente inacción de las autoridades», después de que la alcaldesa Loles Tronch se alineara públicamente con las tesis del empresario que se niega a cederles un espacio para aparcar en el complejo.

El pasado sábado ocuparon la plaza del reloj de sol, junto al restaurante y centro de masajes que opera en la zona, para denunciar la existencia de «un complejo sistema de videovigilancia que los acosa día y noche». Afirman que se les controla con cámaras, lo que supone «un ataque a nuestra privacidad, cada paso que damos es controlado y grabado, con la intención de acobardarnos».

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«Vivimos en un estado de ansiedad permanente», afirman los propietarios de estos apartamentos en un comunicado, «exigimos que se pare este abuso de poder inmediatamente». Aluden, una vez más, a las presuntas amenazas y coacciones que han propiciado el inicio de acciones legales.

También reivindican su derecho de paso en la propiedad «reconocido en nuestras escrituras y garantizado por ley». La Boyera, añaden, «ha convertido el acceso a nuestras propiedades en una pesadilla diaria, bloqueando vehículos, obstaculizando la entrada y generando incluso problemas a los servicios de emergencias».

«Vivimos en apartamentos de unos 50 metros, no permitiremos que conviertan nuestra casa en una cárcel», aseguran. Han convocado una tercera prtesta el próximo sábado para reivindicar el acceso sin problemas al suministro de agua.