El agua sucia retenida en las rocas y al fondo, la vivienda.  | GOB

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La Dirección General de Costas y Litoral considera probado que el vertido que el GOB denunció en Cap d’en Font el verano pasado, procedente de la tubería de evacuación de un chalé de la zona, era fecal y propone sancionar al propietario con una multa de 150.000 euros. Los resultados de las analíticas confirmaron que el agua vertida contenía altas concentraciones de contaminación fecal, sustancias como coliformes fecales, esterococos intestinales, amonio y materia en suspensión, además de superar los niveles de demanda biológica de oxígeno, parámetro este último que se usa para determinar la cantidad de bacterias.

La Dirección General de Costas del Govern, que depende de la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua, contradice así la versión que ofreció en su día el Ayuntamiento de Sant Lluís, cuyo concejal de Medio Ambiente y Urbanizaciones, Pedro Tudurí, sostuvo que se trataba de agua de lluvia evacuada de la zona de acceso a un sótano, en la parte baja de la vivienda. El edil y la alcaldesa, Loles Tronch, a petición de este diario, declinaron ayer valorar la decisión de la Dirección General de Costas, aunque mantienen que su versión se apoyó en un informe del Seprona.

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Sin embargo, la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua confirmó la información avanzada por los ecologistas del GOB, que la propuesta de resolución y la multa son adecuadas y van en consonancia con una infracción que se cataloga como muy grave y se basa en el acta del Seprona y los análisis posteriores. Añaden las fuentes oficiales que en este caso de Cap d’en Font existía «evidencia» del vertido y que no constan denuncias o expedientes abiertos por causas similares en esta zona del litoral menorquín.

Denuncia del GOB

Las muestras se tomaron el 3 de septiembre de 2023 y el día 12 del mismo mes se conocieron los resultados positivos en fecales. El expediente se abrió tras la denuncia formulada por la entidad ecologista GOB el 31 de agosto ante la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua y los agentes medioambientales, que se personaron en la zona junto con la Policía Local y el concejal de Medio Ambiente.

Las aguas vertidas salían de una tubería fija, escondida dentro de la vegetación y, según los testimonios recogidos por los ecologistas, se trataba de una situación reiterada. «El aspecto, el olor y el color del vertido ya hacía pensar que se trataba de aguas fecales», afirmó ayer Miquel Camps, coordinador de política territorial del GOB Menorca, en este caso, se pudo seguir el rastro y conocer el chalé del que provenía el vertido.

El apunte

Los ecologistas reclaman al Ayuntamiento inspecciones para que «no vuelva a pasar»

Cap d’en Font carece de alcantarillado, una situación que también se da en Binissafúller. Los chalés tienen que evacuar sus aguas residuales en fosas sépticas y luego contratar su vaciado. Sin embargo, se sabe de la existencia de más tuberías ocultas tras matas y rocas que podría verter sobre acantilados, aunque de momento no hay más denuncias. «Cualquier instalación no autorizada se tendría que clausurar», declaró ayer Miquel Camps, del GOB, al tiempo que recordó que años atrás una actuación de este tipo se llevó a cabo en chalés de primera línea que vertían en Cala en Porter. La entidad reclama al Ayuntamiento más vigilancia. «Su trabajo es realizar inspecciones para que esto no vuelva a pasar, en lugar de tirar balones fuera», remachó.

Las claves
  1. Charcos con olor y color sospechosos entre las rocas

    Unos excursionistas detectaron el agua sucia encharcada entre las rocas. El GOB inspeccionó la zona y localizó la tubería de dónde provenía el vertido oculta en la vegetación. El 31 de agosto de 2023 denunció los hechos ante la Conselleria del Mar.

  2. Hay más tuberías próximas a zonas de baño

    A raíz de este caso se conoció que hay más tuberías similares, entre rocas próximas a los chalés y zonas de baño, en este punto de la costa. El hecho de fijarlas con cemento ya es algo prohibido y punible. El chalé del que salió el vertido tenía una importante actividad turística, según los vecinos, y no era la primera vez que se observaban vertidos.

  3. Una urbanización que carece de red de alcantarillado

    Cap d’en Font, Binissafúller Platja, Binibèquer Nou-S’Atalaia, Pou Nou y S’Ullestrar son urbanizaciones de Sant Lluís que no tienen red de alcantarillado. Deben verter sus aguas residuales en fosas sépticas y contratar su vaciado cuando se llenan. Cualquier otra instalación, como tuberías ocultas en las rocas, es ilegal.