Las aguas residuales se vertían sobre las rocas. | GOB

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La Dirección General de Costas del Govern balear ha impuesto una multa de 150.000 euros a los propietarios de un chalé por un vertido de aguas residuales sobre las rocas de Cap d’en Font, una urbanización del término municipal de Sant Lluís que no dispone de alcantarillado.

Los hechos se remontan al verano del año pasado, cuando fueron denunciados por el GOB, entidad que este viernes ha hecho pública la propuesta de sanción del Govern. Los ecologistas detectaron la presencia de una tubería, escondida entre la vegetación y que procedía de un chalé de esta urbanización, que vertía las aguas sucias sobre las rocas. Y según los testimonios recopilados por el GOB era «una situación reiterada».

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A raíz de estas denuncias, el Servicio de la Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil llevó a cabo una inspección y comprobó que la instalación no provenía directamente de la fosa séptica, sino de un sótano. Asimismo, los análisis de los vertidos, según el GOB, evidenciaron que las aguas vertidas tenían «concentraciones elevadas de contaminación fecal: coliformes fecales, estreptococos intestinales, amoniaco y materia en suspensión».

Finalmente, el Govern ha catalogado los hechos como falta muy grave, cuyas sanciones oscilan entre los 150.253 y los 300.506 euros, aplicando finalmente la del importe inferior.

La resolución desmiente al concejal de Sant Lluís

La resolución del Govern, y las comprobaciones del Seprona desmienten lo que dijo en su día el concejal de Medio Abiente del Ayuntamiento de Sant Lluís, Pedro Tudurí, que aseguró a este diario e incluso publicó una carta del lector, defendiendo que se trataba de una tubería de aguas pluviales. Tudurí incluso llegó a lamentar la «ligereza» del GOB por efectuar esta denuncia.