La bandera roja ondea este lunes en Son Bou, donde el agua del Prat se mezcla con la del mar. | Katerina Pu

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Las intensas lluvias del pasado jueves en Menorca siguen haciendo mella en las playas de Son Bou y Cala en Porter. Si bien ayer domingo, la primera mantenía la zona de Es Clot de ses Dones —en frente del hotel Sol Milanos Pingüinos— como la única abierta al baño en todo el arenal, hoy lunes las condiciones climatológicas han cambiado y toda la playa está cerrada al baño por los vertidos fecales llegados desde el Prat por la fuerza de las lluvias.

«El viento ha girado y ha llevado toda la suciedad hacia esta zona también, por lo que nos hemos visto obligados a cerrarla», indica Lorenzo Triay, concejal de Playas del Ayuntamiento de Alaior. Sin embargo, algunos bañistas ignoraban la prohibición esta mañana y se metían en el agua pese a que las analíticas siguen sin arrojar resultados favorables. «Estamos pendientes de nuevos resultados esta tarde. Estamos apretando para conocer, por lo menos, la previa de los análisis», explica el mismo regidor.

Bañistas atraviesan la salida al mar del Prat de Son Bou. | Katerina Pu

Cala en Porter, «desmantelada»

Por otro lado, en Cala en Porter ya llevan cinco días sin poder bañarse por el mismo motivo. En palabras de Triay, este arenal fue «desmantelado» por las lluvias. Los más de 130 litros por metro cuadrado que cayeron el pasado jueves se llevaron por delante 40 hamacas, 20 sombrillas y la torre de vigilancia de los socorristas.

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En estos momentos, el agua ocupa prácticamente toda la zona dunar, por lo que se encuentra anegada. Además, se puede apreciar perfectamente el rastro de los árboles arrastrados por la fuerza del torrente.

Estado que presenta la playa de Cala en Porter tras cinco días cerrada. | Katerina Pu

Temporal marítimo en el norte

Además, desde la coordinación de Marsave, empresa encargada del servicio de socorrismo en diferentes playas de la Isla, indican que las de Cala Tirant y Cala Pregonda, en el término municipal de Es Mercadal, están clausuradas al baño a causa del fuerte oleaje causado por el viento de tramontana. En ningún caso tiene relación con los efectos de la Dana.

Este viento del norte ha permitido que Cala Galdana ice la bandera verde que autoriza el baño. Según explica el alcalde Ferreries, Pedro Pons, la tramontana ha evitado que el barro que suele arrastra el torrente después de las grandes tormentas como la vivida acabe en la playa.

Esto hubiese ocurrido si soplara viento de levante, que suele ser lo más habitual, por lo que el agua de Cala Galdana tendría el aspecto rojizo habitual tras las torrentadas. Sin embargo, en esta ocasión se ha librado y está abierta al baño sin ningún problema, ya que el agua presenta un estado excelente.