Pedro Sáez, Jordi Pujades y David Carreras, durante la charla que ofrecieron conjuntamente en Es Mercadal. | Katerina Pu

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Los expertos urgen a los ayuntamientos de Menorca a hacer frente común para mejorar la situación del agua, unificando una misma ordenanza que penalice el sobreconsumo y la encarezca para aumentar la concienciación entre los menorquines. Este es, al menos, el sentir que comparten el director del Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam), David Carreras, el ingeniero agrónomo Pedro Sáez y Jordi Pujades, general manager de la multinacional Rubicón Water Europe, que protagonizaron hace unos días la segunda de las Tertúlies a la fresca organizadas por el Ayuntamiento de Es Mercadal.

«Extraemos más agua de la que queda en los acuíferos, y así perdemos cantidad y calidad.Ese es el problema», resumió Sáez, quien lamentó que no exista suficiente concienciación entre la población. «Las soluciones tardan en llegar porque no metemos caña. Cuando el Menorca Bàsquet subió a ACB se hizo un pabellón nuevo en tres meses, pero no veo que nadie se manifieste en las calles ni diga que está de acuerdo en que se suba el precio del agua».

David Carreras hace números. «¿Cuánto puede pagar una familia de tres miembros? ¿30 euros por trimestre? ¿10 euros por casa cada mes y tienes toda la que quieres? El agua es demasiado barata». Incluso, entiende el director del Obsam, para los grandes consumidores, «chalés con jardín y piscina que riegan a pleno sol y gastan 500, hasta 900 litros por persona y día. Es inadmisible. Y sí, aunque se les cobren 3.000 euros, lo pueden pagar, y eso no puede ser. Hay que poner límites y cortarles el suministro. No hay más».

Para Carreras, las medidas más urgentes pasan por «elaborar una ordenanza conjunta entre todos los ayuntamientos», que «sea más restrictiva y sancionadora», y les permita «tener una voz más fuerte ante el Govern balear», que ostenta las competencias, y subir el precio del agua. Pero no solo eso. En su opinión, urge contar con «una oficina técnica que actúe como mancomunidad de usuarios en Menorca, asesore a los ayuntamientos y haga propuestas de inversión».

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Pese a las millonarias inversiones comprometidas ahora en Menorca para la mejora del ciclo del agua, el director del Obsam cree que estas actuaciones «son pocas y, otra vez, llegan tarde. En el año 2000 pensaba que redistribuyendo los pozos podríamos solucionar el problema en Ciutadella, sin necesidad de recurrir a la desaladora, pero cuando ésta estuvo hecha, en 2009, ya era demasiado tarde y el acuífero se había sobreexplotado. Y ahora nos ocurre lo mismo en Maó. Pensamos en redistribuir los pozos y reutilizar las aguas depuradas pero, al ritmo al que vamos y con lo que se tarda en atender las necesidades, tristemente no nos quedará otro remedio que construir también una desaladora en Llevant». Una opción que vuelve a estar en boca de las administraciones, y más ahora que el Ayuntamiento de Maó ha tenido que aplicar restricciones y prevenir a la población con tomar medidas más drásticas si la situación no mejora.

Tanto David Carreras como Pedro Sáez destacan, en este sentido, el avance que supondría poder regenerar los 8 hectómetros cúbicos de aguas residuales que tratan cada año las depuradoras de Menorca y que corresponden aproximadamente con un tercio del consumo anual de agua en la Isla, cifrado en 24 hectómetros.

Pero el punto de partida, incide Carreras, es el mismo: «Recuperar la cultura del ahorro, que tenían nuestros padres y se ha perdido, dejar de hacer cada uno la guerra por su cuenta y avanzar en la automatización y modernización de la red», para reducir las fugas.

Automatización de la red

El ponente, Jordi Pujades, contextualizó el problema a nivel mundial, a partir de su experiencia desde 2012 en Rubicon Water. El gran usuario -remarcó- es el regadío, que consume el 70 por ciento del agua, mientras que el uso urbano o doméstico tan solo representa el 10 por ciento. Por ello incidió en la necesidad de modernizar y sistematizar los sistemas de riesgo, ya que «el 60 por ciento de este 70 que se destina al regadío no llega a la planta, y esa es la lectura positiva: hay mucho margen a recuperar». Y también mucho por avanzar en concienciación, apunta Pedro Sáez. «No puede ser que al irte de vacaciones te vuelvas loco y te duches 20 veces al día. Hay que racionalizarlo todo».

Las claves
  1. 70% del consumo de agua es para regadío

    El riego de fincas y jardines supone el 70 por ciento de todo el consumo de agua, mientras que un 20 por ciento es con fines industriales y solo el 10 por ciento es urbano.. Es decir, apenas uno de cada diez litros de agua que se consumen corresponde al uso que hacemos en nuestras casas.

  2. 6.700 litros por persona y día: la huella hídrica

    Es la huella hídrica media en España, esto es, el volumen total de agua que se necesita para fabricar los productos y servicios que utilizamos en nuestro día a día. Marca el modelo de consumo y producción del que depende el agua.

  3. 15.000 litros por persona y día para producir 1 kilo de ternera

    Es la cantidad de agua que se necesita en toda la cadena de producción, desde que se la cría en el predio hasta que podemos convertirla en un producto de consumo y alimentación. Para disponer de un kilo de pollo, por ejemplo, hace falta menos: 4.300 litros de agua.

  4. 150 litros por persona y día

    Es el consumo urbano medio de agua que se calcula que gastamos los residentes en Menorca.