Mario Cappa, el que fuera reportero gráfico de la RAI, ha fallecido con casi 90 años.

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Mario Cappa, reportero gráfico de la televisión RAI, el italiano que recuperó en Menorca la memoria del acorazado «Roma», falleció este lunes en Maó, cuando estaba a punto de cumplir los 90 años. Llevaba 34 años residiendo en la Isla, en una casa en Son Parc. Llegó aquí, camino de Canarias, en un yate que él mismo había construido, y, gracias a una avería, que tardó un mes en ser reparada, descubrió la Isla. Junto con su esposa Valnea Tavolieri, decidieron quedarse aquí a vivir.

Durante estas más de tres décadas en la Isla, ha destacado por su compromiso como voluntario en la Illa del Rei y por el trabajo que ha realizado de recuperación de la memoria del acorazado «Roma», hundido por los alemanes en 1943 y cuyos supervivientes, 527 marinos, llegaron a Maó el 10 de septiembre y fueron atendidos en el hospital fundado por los británicos.

Mario Cappa ha sido una de las almas de la recuperación de ese antiguo centro sanitario y desde allí trabajó para recopilar todos los datos de los marinos del «Roma» que perdieron la vida, entre los que se encontraba el padre de su esposa. Cuatro salas del antiguo hospital ofrecen una visión de todo lo que rodeó el hundimiento del acorazado. Cappa recopiló más de 300 fotografías de víctimas del hundimiento. Muchos familiares de estos marinos han visitado estas salas y han descubierto y valorado el trabajo del antiguo cámara de la RAI.

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El domingo 21 de julio, hace diez días, Mario Cappa llegó hasta la Illa del Rei, como hacía todos los domingos desde hace muchos años. Allí todavía trabajaba para recuperar materiales y algún elemento de la historia. El Gobierno italiano le concedió en agosto de 2022 la distinción de «Comendador de la República».

Comprometido

Mario Cappa no era una persona que dejara las cosas a medias. El perfecto jardín de su casa de Son Parc es testimonio de ello. Él se reconocía hiperactivo. Decía, hace dos años, en una entrevista: «Ya tendré toda la eternidad para descansar». El hundimiento del «Roma» y la acogida en Menorca de los marinos heridos era para él un símbolo de que Menorca representa no solo el centro sino el corazón del Mediterráneo. «No hay lugar que represente mejor los valores de Europa que esta Isla», decía. No vio realizado ese sueño, pero deja la idea como herencia.

El próximo domingo se honrará su figura, en un acto en el mismo islote, en el que participarán sus hijos Franco y Guglielmo, que ya se encuentran en la Isla.