Arranca la cuenta atrás para saber si La Salle de Maó reúne a suficientes interesados para poder empezar a impartir Bachillerato el próximo curso. | Gemma Andreu

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«No tiene ningún sentido, a no ser que se trate de una medida ideológica para favorecer a la escuela privada en detrimento de la escuela pública». Con esa rotundidad se posiciona la Asociación de Directores de Educación Secundaria de Menorca (Adesme) contra la decisión de la Conselleria de Educación de permitir mediante concierto económico que el próximo curso se pueda impartir primero de Bachillerato en el Colegio La Salle de Maó.

En un escrito remitido a este diario que se puede leer íntegramente en la sección de Opinión, los directores de los institutos públicos de la Isla muestran su «total discrepancia» con el nuevo concierto educativo, que llevaba una década siendo denegado, y fundamentan su postura en tres argumentos principales, que el Bachillerato es una etapa formativa voluntaria, que existe suficiente oferta pública y de calidad y que financiar a un centro privado para que incluya el Bachillerato en su oferta educativa implica desviar fondos que podrían destinarse a mejorar las infraestructuras y recursos de los centros públicos.

Desde Adesme consideran que un concierto educativo destinando recursos públicos a un centro privado «tiene que estar muy justificado» y recuerdan que este sistema se concibió en su momento para asegurar el acceso a la educación obligatoria en lugares donde la oferta pública es insuficiente: «En Menorca esta situación no se da de ninguna de las maneras, no tiene sentido ampliar los conciertos educativos en una etapa en que la oferta ya es adecuada y suficiente, e invertir el dinero público en instituciones privadas».

Desigualdad

Insisten en la idea de que no hay necesidad de recurrir a centros concertados para garantizar una buena educación en esta etapa educativa y alertan de que hacer «un gran esfuerzo económico por parte de la administración pública» para concertar una etapa no obligatoria «puede resultar en una distribución desigual de los recursos, beneficiando a un número reducido de estudiantes en detrimento de la mayoría». Defienden el papel de la enseñanza pública, en la que «se promueve la inclusión y la diversidad, ofreciendo un entorno rico y plural que enriquece la experiencia educativa de los estudiantes».

Lanzan un mensaje a la Conselleria de Educación asegurando que «es prioritario centrar los esfuerzos y los recursos públicos en mejorar y fortalecer la educación pública en todas las etapas, asegurando una educación de calidad y accesible a todo el mundo». En ese sentido, hacen extensiva esta crítica al resto de etapas postobligatorias, en este caso en referencia a la Formación Profesional y a al decisión de la Conselleria de conceder un concierto económico para que la escuela privada Felipe Moreno imparta un grado medio de auxiliar de enfermería.