El barco «Ciudad de Granada» atracado en el Cós Nou el pasado sábado.

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La compañía Trasmed ha realizado a lo largo de este fin de semana sus propias mediciones del ruido que emite el buque «Ciudad de Granada» durante su larga escala en Maó, 37 horas, pero los vecinos acusan a la naviera de «hacer trampas» ya que han sido testigos de cómo el barco tenía apagadas las luces -salvo las imprescindibles y obligatorias por la normativa marítima durante el atraque-, y también mantuvo inactivos algunos motores.

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«Esto no ha sucedido a lo largo del invierno», afirmó ayer el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Gonçal Seguí. Por ello duda de que los resultados de las sonometrías de la empresa puedan reflejar la realidad de la contaminación acústica que padecen, sobre todo en horario nocturno, «apagaron todo lo que pudieron para que el ruido sea inferior en las mediciones», aseguró ayer.

La naviera cuenta con el plazo de un mes para resolver el exceso de ruido que Autoridad Portuaria de Balears (APB) también detectó en sus mediciones acústicas, realizadas por una empresa externa, y que vinieron a confirmar las quejas de los vecinos de varios barrios de Maó afectados. La empresa a priori es reticente a fondear en la bocana, afirma que es una solución puntual, y tampoco está dispuesta a cambiar de barco ni ve viable recurrir a grupos electrógenos. Así, la solución podría pasar por modificar los motores que generan más ruido.