La semana pasada se derrumbó el primer piso y la terraza de un edificio situado en la calle Santa Bàrbara. | Josep Bagur Gomila

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Los dos derrumbes que se produjeron la semana pasada en dos edificios de Ciutadella han encendido las alarmas en la ciudad de Ponent, cuyo parque de edificios es uno de los más antiguos de Menorca, y han hecho aflorar el debate sobre las medidas de prevención de este tipo de accidentes.

El concejal de Urbanismo de Ciutadella, Joan Benejam, explica que en 2023 el Ayuntamiento envió un total de 387 notificaciones a propietarios de inmuebles, advirtiéndoles que tenían que pasar la preceptiva inspección técnica de edificios (ITE), pero solo 86 llevaron a cabo el trámite. Es decir, solo el 22,2 por ciento de los inmuebles que el año pasado cumplieron 50 años, o que tenían que pasar una revisión periódica, cumplieron con la obligación de realizar la inspección técnica para certificar su buen estado de conservación. Los datos de 2022 tampoco son mucho mejores, puesto que de las 250 notificaciones enviadas por el Consistorio solo se acabaron realizando 108 revisiones (43,2 por ciento).

De este modo, y si se tienen en cuenta los datos de los dos últimos años, solo el 30 por ciento de los edificios que tenían que pasar la ITE en Ciutadella lo hicieron, a pesar de estar obligados por la ordenanza municipal. Ante esta situación, desde el Consistorio aseguran que ya hace meses que están trabajando para aumentar la concienciación de los propietarios.

«La cifra del 30 por ciento de inspecciones pasadas en los dos últimos años es muy baja y preocupante, y ahora lo que queremos es llevar un mayor control. No tenemos ninguna intención sancionadora, pero haremos una campaña para recordar la obligatoriedad de pasar la ITE a los propietarios e intentaremos que cumplan», afirma Benejam.

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Única ordenanza

Ciutadella es el único municipio de Menorca que dispone de una ordenanza que regula las inspecciones técnicas de edificios. Según el texto, quedan sujetos a inspección todos los edificios de uso residencial, independientemente de si están habitados o no, que tengan una antigüedad igual o superior a 50 años. Asimismo, el texto indica que después de la primera inspección se deberán realizar revisiones cada diez años.

La responsabilidad de realizar la ITE recae en los propietarios, que tienen que encargar el informe a un arquitecto técnico, con el objetivo de certificar la seguridad y la estabilidad de la estructura de la construcción. Además, el informe pasa a formar parte del registro de inspecciones técnicas del Ayuntamiento. «La ITE es una radiografía de un edificio en un momento determinado, y nos da la tranquilidad de que si sale favorable el edificio está bien, pero si el informe tiene un resultado desfavorable, el propietario tiene que subsanar las deficiencias», remarca Benejam.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Maó señalan que actualmente están en proceso de redactar la ordenanza que regule las inspecciones técnicas de edificios, tal como requiere la normativa balear y estatal, y también están elaborando un censo de la antigüedad de los edificios del municipio.

Llamamiento a la calma

Sobre los dos derrumbes que se produjeron la semana pasada en Ciutadella, desde el Ayuntamiento hacen una llamada a la calma. «Se trata de dos edificios de una tipología muy similar y ha dado la casualidad de que han caído a la vez. La suerte es que solo hemos tenido que lamentar daños materiales», afirma Benejam, quien hace «un llamamiento a la calma», a la vez que apela a la concienciación de los propietarios, que según la ley son los responsables del buen mantenimiento de las construcciones.

«Nosotros haremos una campaña con el objetivo de  aumentar el porcentaje de inspecciones, pero hay que recordar que son los propietarios los que tienen que hacer el trabajo. Además, la ITE tampoco nos garantiza nada, porque es una foto de un momento concreto, y por ello es necesario hacer un mantenimiento permanente del edificio», remarca el concejal.   

El apunte

Dos siniestros en casas antiguas y con patologías

El concejal de Urbanismo de Ciutadella, Joan Benejam, explicó en declaraciones a este diario que los dos edificios que sufrieron derrumbes la semana pasada en Ciutadella son de características similares, puesto que ambos están construidos con piedra de marés y vigas de hormigón tensadas.

En este sentido, Benejam apunta a la antigüedad de los edificios como posible causa de los siniestros, y añade que probablemente los dos inmuebles tenían patologías previas.

El primer derrumbe se produjo el pasado martes en la calle Santa Bàrbara, donde se vino abajo el suelo del primer piso y la terraza de un edificio que ya se encontraba apuntalado y que quedó precintado. Posteriormente, se derrumbó otra terraza de un edificio de la calle Pare Nin, que también estaba habitado.