El presidente del Consell insular, Dolfo Vilafranca. | Katerina Pu

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El órdago lanzado por la consellera de Vox, Maite de Medrano, al presidente del Consell de Menorca acusándole de bloquear la destitución de su director insular, Ricardo Galí, para nombrar a una sustituta, Marta Oliver, ha cogido a Adolfo Vilafranca en plena promoción turística en la World Travel Market de Londres y hasta allí ha llegado la crisis abierta en el departamento de Vivienda.

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A preguntas de los periodistas Vilafranca ha confirmado que De Medrano le pidió destituir al director insular de Vivienda y Agenda Urbana «antes de viajar a la feria y quedamos en que lo hablaríamos después, porque no era el momento de poderlo tratar en profundidad y ya está, eso es lo que ha pasado». El presidente considera que se trata de un tema interno de Vox, «no tiene nada qué ver con el Partido Popular, por tanto que lo aclaren internamente y cuando lo tengan claro, que lo comuniquen y hablaremos, eso es lo que pensábamos hacer al regresar de la feria».

Vilafranca ha asegurado que «las relaciones entre el PP y Vox en el gobierno del Consell son normales, de cogobernanza, no hay nada que se pueda destacar de manera negativa». El presidente ha eludido valorar el trabajo realizado por Ricardo Galí al frente de su dirección insular, «es una cosa que corresponde al conseller», y sobre la posibilidad de que el alto cargo del Consell recaiga en una persona de Mallorca, como propone Maite de Medrano, «no puedo opinar de alguien que no conozco, al final tiene que acreditar una solvencia técnica para ocupar el puesto, y si cumple ese requisito, lo daríamos por bueno» aunque insistió en que es una cuestión «interna» de Vox.