De izquierda a derecha, Josep Pons, Joan Huguet y Luis Alejandre, en la presentación del libro en la Fundació Rubió. | Gemma Andreu

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«La Transición política impulsó la concordia, el perdón y la reconciliación de quienes habían luchado en bandos enfrentados al construir puentes de diálogo, poner las bases de la tolerancia y el debate respetuoso entre diferentes ideas políticas, con el rechazo a la violencia para aceptar la legítima discrepancia», manifestó el periodista Josep Pons Fraga, editor de «Es Diari» en el acto de presentación del libro «La memoria que incomoda», de Joan Huguet.

La biblioteca de la Fundació Rubió acogió el jueves este acto, organizado por la Asociación Menorca Historia y Concordia, editora del libro; en el que intervinieron el general Luis Alejandre, presidente de la Fundación Hospital de la Isla del Rey; el abogado Joan Huguet, autor de este volumen que recopila los artículos que ha publicado en «Es Diari» entre 2917 y 2023; y Josep Pons Fraga

Alejandre explicó que esta iniciativa editorial forma parte de las actividades que promueve la asociación, tras haber reeditado «Menorca 1936. Violencia, represión y muerte», del historiador Juan Negreira, que se había agotado. Luis Alejandre puso el acento en el objetivo de «Menorca, Historia y Concordia», creada para reivindicar el reconocimiento, la memoria y la dignidad de todas las víctimas en la Menorca republicana, de ambos bandos, durante la guerra civil, a partir de julio de 1936, y tras el final de la contienda, a partir de febrero de 1939.

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«Menorca sufrió dos represiones»

Pons Fraga añadió después que «Menorca sufrió dos represiones, asesinatos, persecuciones y exilios. Primero, desde julio hasta diciembre de 1936, cuando el general José Brandaris de la Cuesta asume el mando de la Comandancia Militar de la Isla. Y, después, desde febrero de 1939, tras la rendición de la Menorca republicana a bordo del buque ‘Devonshire' que acordaron el entonces gobernador militar y jefe de la Base Naval de Maó, Luis González de Ubieta; y Fernando Sartorius y Díaz de Mendoza, conde de San Luis, que había sido nombrado por Franco jefe de la Región Aérea de Balears. Rendición pactada con el entonces cónsul británico en Palma, Alan Hillgarth, expresamente autorizado por el Foreign Office del Reino Unido».

«En noviembre de 1975, cuando fallece el general Franco, en Menorca tenían que cerrarse muchas heridas y llagas que aún supuraban, abiertas en el sufrimiento de personas y familias que habían padecido la intolerancia, el rechazo y la incomprensión, de todos los bandos», afirmó el editor de «Es Diari».

Crítica a las leyes de Memoria Histórica

Por su parte, Joan Huguet advirtió que algunos de los artículos que forman el contenido de este libro pueden provocar incomodidad en parte de nuestra sociedad. Afirmó que «el espíritu de aquel 1978, que consiguió reconciliarnos a todos, ha sido y va siendo dinamitado por las leyes de Memoria Histórica e Histórica Democrática; leyes sectarias y antihistóricas que se inclinan a favor de una de las partes que entraron en conflicto en aquel lejano 1936, de tal manera que, lejos de buscar verdad, justicia y paz, lo que consiguen es reavivar discrepancias y lesiones tan graves como las que causaron ambos bandos en la contienda de la guerra incivil».