Montones de electrodomésticos viejos, ordenadores, termos, microondas o lavadoras entre otros, ayer en la deixalleria de Maó. | Gemma Andreu

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Hace semanas que los electrodomésticos, aparatos eléctricos y electrónicos que llegan a los puntos verdes o deixalleries para su posterior reciclado se acumulan y no tienen salida. Lavadoras, frigoríficos, televisores, ordenadores, radiadores o máquinas de aire acondicionado se apilan y saturan estas instalaciones, siete en toda la red insular, que están autorizadas como puntos de recogida de los denominados RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).

Uno de los gestores autorizados de este tipo de residuos es Mestral, el proyecto de Caritas cuyo objetivo es la inserción sociolaboral de personas mediante el reciclaje de estos objetos, pero las obras de adecuación de su nave para adaptarse a la normativa vigente, han impedido el almacenaje de RAEE y han dejado la instalación temporalmente inoperativa, por lo que se ha interrumpido el traslado de RAEE a sus instalaciones.

Ante la acumulación día tras día de este tipo de residuos el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca comunicó la situación a OfiRaee, la oficina de coordinación logística de los puntos limpios municipales, y a la Dirección General de Residuos del Govern balear, administración responsable de la supervisión de estos traslados.

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Imagen de la 'deixalleria' de Alaior, también colapsada por estos residuos. | Katerina Pu

La Dirección Insular de Medio Ambiente informó ayer de que se está reforzando el servicio de recogida para resolver esta incidencia en los próximos días y recuperar así las frecuencias habituales de recogida de estos residuos. La misma fuente indica que el Consorcio insular de Residuos «en ningún caso tiene la capacidad de designar ni qué gestor realiza la recogida, ni a donde se transportan o gestionan estos residuos», ya que su papel se limita a habilitar los puntos de recogida para la ciudadanía, «como también hacen distribuidores de electrodomésticos, tal y como la normativa», indican desde el área de Medio Ambiente del Consell.

A la espera de un informe

Mestral ha presentado ya toda la documentación relativa al proyecto de acondicionamiento de su nave a la Conselleria de Medio Ambiente -lo hizo el pasado diciembre-, y ahora aguarda el informe favorable para la instalación. La nueva cubierta, obligatoria por la normativa del Ministerio de Transición Ecológica que regula las condiciones de almacenamiento de los RAEE, ya ha sido adquirida y la previsión es que se instale a principios de marzo.

Mientras tanto se han realizado obras para la canalización de posibles vertidos así como para la protección ignífuga de las instalaciones, explicó ayer el gerente de la entidad, Antoni Aguiló. La inspección para contar con el informe favorable requiere que la nave no esté en uso, de ahí que los residuos no hayan podido ser trasladados desde las deixalleries en las últimas semanas.

La normativa que se aplica a este tipo de actividad es el Real Decreto 27/2021 que modifica uno anterior, el Real Decreto 110 / 2015 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y a su vez acata directivas europeas sobre el manejo, las condiciones de transporte, el almacenamiento y la revalorización posterior de este tipo de basura.

El apunte

Todo debe estar bajo cubierta en las instalaciones de almacenamiento

La normativa establece que, en las instalaciones de recogida y depósito de los RAEE, las zonas de almacenamiento deben estar bajo cubierta para todos los aparatos eléctricos y electrónicos. Además dichas zonas deben estar dotadas de estanterías, palés y contenedores de tamaño adecuado para ser transportados por vehículos de recogida genéricos, y que permitan la separación de los residuos destinados a la preparación para su reutilización de los restantes, evitando roturas de los equipos.