Vista general del vertedero de Milà, en una imagen reciente.

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El conseller insular de Medio Ambiente, Josep Juaneda ha convocado una Junta Extraordinaria del Consorcio de Residuos y Energía de Menorca para el jueves 3 de noviembre en la que planteará la contratación de una empresa externa que vigile el funcionamiento del Área de Gestión de Residuos de Milà, el cumplimiento de las condiciones del contrato de prestación del servicio con la UTE Es Milà y su adecuación a la normativa vigente.

Juaneda plantea contratar una asistencia técnica para «reforzar el seguimiento de la explotación de estas instalaciones» después de las informaciones avanzadas por Menorca - Es Diari en las que se ha acreditado la presencia de restos de animales procedentes del matadero de Maó, en concreto sandach de categoría 1 o de riesgo, que según la normativa vigente debe ser incinerada. Un servicio por el que Milà cobra a razón de 840 euros por tonelada.

La investigación periodística llevada a cabo por este medio ha mostrado que la presencia de dichos restos no ha sido algo puntual de un día y ha revelado, tras cotejar los datos oficiales de las Memorias del Consorcio de Residuos y la contabilidad de los ayuntamientos de Maó y Ciutadella, que entre los meses de abril y junio de 2018 llegaron a enterrarse en el vertedero 112 toneladas de sandachs que se facturaron a precio de incineración.

Josep Juaneda afirma que su departamento pretende «actuar con total transparencia para esclarecer todas las cuestiones planteadas y depurar todas las responsabilidades, al tiempo que se implantarán todas las medidas que permitan mejorar el servicio».

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En este sentido, ha recordado que tras las informaciones publicadas se han mejorado los protocolos de control de entrada en Milà y se han cubierto con nuevas cámaras de videovigilancia los puntos ciegos que había cerca del horno incinerador y el vertedero. Al mismo tiempo, se ha establecido un nuevo protocolo para derivar a dicho horno los restos animales que puedan llegar a Milà desde los contenedores de basura de la vía pública y la implantación de registros de comprobación de descarga de residuos en el vertedero, que debe firmarse tanto en el control de báscula de entrada como el personal que esté operando en el vertedero.

El Consell no ha abordado, en cambio, el problema de fondo que ha desembocado en la situació actual: que el horno incinerador de Milà no es adecuado ni suficiente para esta función y los desorbitados precios que se cobran por su funcionamiento, que al final han sido asumidos con subvenciones públicas.

Envío de documentación a la Fiscalía

El Consell de Menorca ha hecho efectivo este viernes un envío a la Fiscalía Superior de Medio Ambiente de la información que consta en el expediente abierto por el Consell a raíz de este caso. No obstante, dicha documentación no da categoría de prueba a la fotografías que evidencian la infracción ni tampoco incluye por ahora los registros de funcionamiento del horno incinerador o las facturas abonadas por los mataderos de Maó y Ciutadella para contrastar que el servicio se haya prestado realmente.

Los plenos municipales de ambos municipios han instado al Consell de Menorca a acreditar documentalmente que se han incinerado todos los restos de animales que a lo largo de los últimos años han entrado al Área de Gestión de Residuos de Milà.