Un camión y dos operarios descargan    material de obra en una calle del casco histórico de Ciutadella, població que lidera los trabajos de reforma en viviendas. | Josep Bagur Gomila

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En los tres primeros trimestres del año se ha invertido en obras más que en el mismo periodo de cualquier otro año de la última década: 85,2 millones de euros. La construcción vive su mejor momento desde la lejana burbuja previa a la crisis económica y afronta un futuro inmediato cargado de trabajo.     

De no sufrir un grave contratiempo, a final de año se habrá superado la marca de 2019, cuando se alcanzaron los 122 millones de inversión en obra. En lo que va de 2022, se ha construido ya por más valor que en el mismo periodo de ese año. El aumento de precios también influye sin duda en esa variación presupuestaria.   

La obra nueva es la que sigue marcando el ritmo, una tónica que se mantiene desde 2016. En los nueve primeros meses del año se han construido tantos chalés como en todo 2021. También es similar el número de piscinas y edificaciones anexas a las nuevas viviendas de nueva planta en la comparación entre ambos periodos.

Sin embargo, empiezan a despuntar las plurifamiliares, que habían desaparecido del paisaje urbano. A las promociones de pisos de protección del Ibavi en desarrollo o de próximo comienzo se suman algunos proyectos de iniciativa privada y la transformación en pisos o apartamentos de antiguas casas en estado de deterioro.

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