Miembros de los equipos directivos del CEIP Mare de Déu de Gràcia.  | Gemma Andreu

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«Vamos muy perdidos, todo es muy precipitado, con unas instrucciones que han salido a finales de julio, que dan una sensación de estar improvisando sobre la marcha». Este es el sentir generalizado que emerge de los equipos directivos que estos días ya se han incorporado al trabajo, para ponerlo todo a punto de cara al inminente inicio del curso escolar. Una posición nada cómoda y llena de «incógnitas», por lo que consideran es una «aplicación apresurada» de la nueva ley educativa, la Lomloe, que a partir del 9 de septiembre en Ciutadella, y del día 12 en el resto de Menorca, se aplicará en toda la Educación Infantil y en los cursos impares de Primaria, Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos.

Los cambios más sustanciales que trae la nueva ley educativa se refieren al modo de enseñanza, desterrando las clases magistrales para apostar definitivamente por las situaciones de aprendizaje; y en lo concerniente al sistema de evaluación, eliminando las calificaciones numéricas y los boletines de notas trimestrales, para aplicar una valoración a medida que el alumno va adquiriendo las competencias correspondientes.

Así lo exponen varios directores de centros consultados, como por ejemplo Marga Genestar, la directora del instituto Josep Miquel Guàrdia, de Alaior. Al igual que otros directivos, admite que «vamos muy perdidos», por lo relevantes que son los cambios para este curso, teniendo en cuenta que «las instrucciones, que han salido en verano, cambian el planteamiento del curso», hasta el punto que «supone un trasiego importante».

Opinión similar expresaba la directora del CEIP Mare de Déu del Toro des Mercadal, Silvana Coll, quien no esconde que «estamos intentando organizar el curso y ponerlo en marcha, pero los cambios costarán a todos», aún más «por lo precipitado» de todo.

«Ahora solo podemos iniciar el cambio, habrá que acabar de pulirlo sobre la marcha, perfeccionando y atando cabos». Porque, apunta Joana Vidal, directora del CEIP Joan Benejam de Ciutadella, «ahora es imposible aplicar todos los cambios, implica hacer trabajar mucha gente a la    vez, y es algo difícil de gestionar», señala, con relación al trabajo interdisciplinario y sin asignaturas ni horarios fijos que fomenta la Lomloe.

Al frente del equipo directivo del CEIP Mare de Déu de Gràcia, de Maó, está Lídia Rosselló, quien ve imprescindible «una reunión con la Consellería y formación para los docentes», porque de los borradores al texto definitivo publicado hace un mes «ha habido cambios».

Situaciones de aprendizaje

Aquellos centros que ya venían aplicando las situaciones de aprendizaje lo tendrán más fácil. Así lo ve Carlos Domínguez, el director del CEIP Maria Lluïsa Serra, de Maó. «La nueva normativa se ajusta más a nuestra metodología, por lo que el cambio nos viene bien». Aún así, ha sido necesario «revisar los curículums», especialmente para los alumnos de primero, tercero y quinto, que es donde se aplicará la Lomloe este curso 2022-2023.

Otra duda importante que señalan todos los consultados es con relación al sistema de evaluación. «Nos han dicho que se pondrá en marcha a través del Gestib, y que las familias podrán consultarlo, pero no sabemos aún como será», señala Marga Genestar. «No lo sabemos nosotros, y tampoco las familias», agrega Lídia Rosselló, quien lamenta un inicio de curso «tan apresurado».