Sa Platja Gran de Ciutadella es una de las cinco playas de Menorca adheridas al programa. | Josep Bagur Gomila

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Desde 2019 Balears cuenta con un programa para declarar las playas como espacios saludables y libres de humo pero, en un territorio insular, llama la atención que solo alrededor de una veintena de arenales están adheridos a la iniciativa, según informa en su web la Dirección General de Salud Pública. En Menorca por ahora hay cinco adhesiones y Sant Lluís es el único municipio de la Isla y el primero de la comunidad autónoma que declaró todas sus playas libres de humo, coincidiendo con la celebración el pasado mayo del Día Mundial Sin Tabaco. Se trata de Binibèquer, Punta Prima, Alcaufar y Binissafúller, mientras que en Ciutadella está Sa Platja Gran.

La lucha contra el tabaco y la exposición al humo en los espacios públicos, que promueven entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) entre otras, no avanza como sería deseable y por ello reclaman al Gobierno que revise la ley aprobada en 2019 y cumpla uno de sus compromisos de la legislatura, con la implementación sin más demora del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, muy bien recibido por las sociedades médicas que ahora ven con preocupación su retraso.

En lo concerniente a las playas, en Balears el programa saludable recomienda no fumar, pero no hay una prohibición explícita ni se multa a quien haga caso omiso de este consejo. La Conselleria proporciona el material para señalizar que se trata de un espacio libre de humo y el Ayuntamiento debe implicarse en la difusión y la vigilancia, pero sin efecto sancionador.

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Sin embargo hay ciudades que han prohibido fumar en sus playas, Barcelona lo ha aprobado y también la Comunitat Valenciana habilita a los ayuntamientos para dictar dicha prohibición y sancionar a quien se la salte. Es más que una invitación a dejar de encender el cigarro, como ocurre en Balears y otras comunidades como el País Vasco. En otros territorios la prohibición no evita que las playas se llenen de colillas, como pasa en Santander, según denuncian medios informativos cántabros.

«Autonomías y autoridades locales pueden prohibirlo y hacer cumplir esa norma, es una cuestión de inspección y de voluntad política», opina Ildefonso Hernández, portavoz de SESPAS, «no hay ningún problema, ya lo hemos visto con las terrazas». También la ciudadanía, añade, debe reclamar en los sitios en los que no se cumple la norma.

El plan para la prevención del tabaquismo que reclama SESPAS y que el presidente de la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública, Luis Eugenio de Souza, ha reivindicado en una carta a Pedro Sánchez es ambicioso. Además de aumentar los espacios libres de humo contempla medidas como el empaquetado neutro de las cajetillas de tabaco y la prohibición de fumar en el interior de vehículos particulares entre otras.