Un camarero recoge una mesa ayer en un bar de Ciutadella, donde muchos negocios cuelgan carteles buscando personal. | Gemma Andreu

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La ley de la oferta y la demanda juega este verano, el primero a pleno rendimiento después de la pandemia, a favor de los trabajadores. Las empresas tienen dificultades para traer mano de obra de fuera debido al elevado precio de los alquileres, esta es una queja reiterada, pero además, con la temporada turística ya en marcha, en determinados sectores rivalizan para ofrecer mejores condiciones y salarios debido a la elevada movilidad de los trabajadores.

En la restauración es donde se vive con más intensidad el problema para completar plantillas y después mantenerlas todo el verano, tanto en sala como en cocina, y no es una cuestión de que el sector esté mal pagado, afirman los empresarios, «solo hay que ver las tablas salariales del convenio de hostelería de Balears», señala José Bosch, de la asociación de restauradores de CAEB, «en los últimos cuatro años los sueldos han subido un 25 por ciento». Pero hay personal que con la crisis de la pandemia buscó trabajo en otros sectores y la mano de obra de la Península no viene porque la vivienda está a precio de alquiler turístico. Ante esta situación, hay negocios que estabilizan empleo y contratan personal para todo el año, en invierno con la vista puesta en tener la temporada resuelta, «pero llega mayo y hay trabajadores que si tienen una oferta económica mejor se van, están en su derecho, pero esa es la realidad», explica Bosch.

El problema lo corrobora Antoni Sansaloni, presidente de la Asociación Menorquina de Cafeterías, Bares y Restaurantes de PIME. «No siempre es el empresario el que tira por la temporalidad», asegura, «no hay estabilidad por parte del personal, hay una gran movilidad y hay empresas que se ‘roban' empleados entre ellas, cuando tienes la plantilla solucionada, reciben una oferta y se van, en plena temporada». Según el último estudio de la patronal PIME-Menorca un 70,5 por ciento de las empresas asociadas ha tenido    ha tenido dificultades para encontrar personal para cubrir los puestos de trabajo vacantes, en su mayoría temporales.

Este flujo de trabajadores no solo se da en la restauración, afecta también a otros sectores, como el del alquiler de coches, el comercio turístico o los hoteles, aunque en los grandes establecimientos «tienen afianzada la plantilla desde hace tiempo, lo que es difícil es hacer equipos nuevos», señala la gerente de la patronal hotelera Ashome, Azucena Jiménez. En los cargos que requieren más formación hay menos movilidad, son empleos «más estabilizados», afirma, aún así la gerente asegura que reciben más consultas a diario de hoteleros que buscan personal cualificada, «no es un problema nuevo pero se acentúa», con el añadido de que no solo hay que encontrar candidatos sino también ayudarles a buscar alojamiento.

«Este año todo el mundo tiene problemas de personal», explica el responsable de un hotel en Cala en Porter, a la búsqueda de camarero y ayudante de cocina. «No hay escuela de hotelería, muchos llegan sin formación, hay que enseñarles, pero sobre todo tienen que tener ganas de trabajar», se lamenta, «porque de 1600 a 1800 euros al mes y con apenas idiomas, no está mal pagado, el convenio es alto», añade. También se queja del precio de los alquileres, «esto es ya como Eivissa», apunta. Los restauradores piden que se inspeccione y controle el alquiler turístico, que está detrás de esta subida de precios.