Maó fomenta que los alumnos vayan a pie a los colegios

Quina pena. Amb lo que perden el temps i els doblers. Amb ses cosses més importants que hi ha per fer, però sa foto és sa foto

Raquel H, partidaria de la movilidad sostenible, decidió participar en el plan piloto. Como sus dos hijos eran menores de 8 años, no se atrevía a dejarlos solos en el camino hacia la escuela, por lo tanto, tocó diana una hora antes de cuando los llevaba en coche, para hacer el camino a pie y volver rápidamente a su casa para coger el coche y volver a su trabajo, que estaba fuera de Mahón. Su marido volvería del trabajo a las seis de la tarde y ella a las 15,30. A los niños los recogerían los abuelos, uno en Mare de Deu de Gracia y el otro en María LluÏsa Serra. Los abuelos, con el tiempo justo para hacer la compra y preparar la comida, iniciaron el camino con la artrosis a cuestas y entre palmas y alegrías por la caminata recogieron el primero a la 1,20 e iniciaron el camino para recoger al otro a las dos menos cuarto. Media hora después llegaron a su casa, habiendo tenido de cargar con las mochilas de los niños y viendo como muchos profesores y profesoras pasaban con su coches a toda velocidad para atender sus cuestiones familiares. Mientras preparaban la mesa, daban gracias a que ese día no había llovido y acordándose de las brillantes y lúcidas mentes que velan por nuestro bienestar y por la movilidad sostenible.