A partir de este jueves y durante diez días se procede a las tareas de demolición de una parte de los cuarteles de Santiago | Josep Bagur

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La estética de una de las entradas al núcleo urbano a Maó por el sur se transformará de forma considerable durante los próximos días. A partir de este jueves y durante diez días se procederá a las tareas de demolición de una parte de los cuarteles de Santiago, una actuación necesaria para la construcción en el espacio que ahora ocupa de una nueva residencia para personas mayores. Con motivo de estos trabajos, desde ayer y hasta el 24 de diciembre un tramo de la Avinguda Josep Anselm Clavé permanecerá cortado al tráfico rodado.

La parte de este edificio militar que se derriba es la ampliación que se llevó a cabo a mediados de siglo, en 1951 según se describe en la memoria del pliego de condiciones del proyecto que ahora se ejecuta. El inmueble original se mantendrá y reformará próximamente para convertirse en las nuevas dependencias de la Escuela de Adultos Joan Mir i Mir, entre otros servicios. Hasta ahora el cuartel ha servicio para albergar a la brigada y la Policía Local, entre otros usos.

La parte de cuartel que desaparecerá en los próximos días abarca 60 metros lineales de fachada, con 11,3 metros de fondo como máximo. En total, son 1.390 metros construidos en dos plantas sobre 674 metros cuadrados de suelo, que quedará libre para poder levantar el nuevo centro sociosanitario. Así las cosas, se eliminará con esta demolición un volumen de 6.824 metros cúbicos. Este elemento patrimonial carece de condicionantes urbanísticos que lo conviertan en especialmente protegido. Con el Plan General de Ordenación Urbana de 2012 quedó descatalogado. La desaparición de esta parte de los cuarteles hará que se deba actuar en la actual medianera con el resto del antiguo complejo militar, puesto que pasará a disponer de una nueva fachada en su cara sur.

No es este el único edificio de la parcela que se ha tenido que derribar para poder dar paso al centro sociosanitario. El proyecto contempla la demolición, que se está ejecutando desde hace varias semanas, de algunos inmuebles que eran complementarios a los cuarteles. En total, suman 10.304 metros cúbicos. En concreto son dos edificios tipo almacén y un centro de transformación de electricidad, a los que hay que sumar una pérgola metálica y el propio cerramiento de la parcela.

En cuanto a lo estrictamente militar, desaparece también con la obra un viejo polvorín, tipo bunker, situado a algo más de cuatro metros bajo tierra.Pertenecía al antigo complejo militar, ubicado en el patio interior central de la zona norte de la parcela que ahora cambia de función.