Las fiestas de Maó con la qualcada todavía podrían celebrarse este año, pero en ningún caso como las que conocemos . | Josep Bagur

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Euforia entre jóvenes y adolescentes, cautela y cierto escepticismo teñido de preocupación entre la mayoría adulta son las reacciones que ha generado la puerta abierta por la consellera de Salud, Patricia Gómez, a la posible celebración de las fiestas patronales este verano, incluso con participación de la qualcada.

La evolución de la pandemia y el crecimiento del ritmo de vacunación alimentaron el optimismo de la consellera hasta el punto que algunos alcaldes no han ocultado su sorpresa puesto que trabajan sobre el escenario de unas fiestas con actos controlados, excluyendo los protocolarios que son los masivos a partir de la presencia de los caballos.

La mayoría descarta las actividades que acarreen masificación por el riesgo que todavía suponen posibles contagios. Fiestas con actos culturales, deportivos y recreativos de todo tipo, pero no caballos o jaleos, tanto con mascarillas o sin ellas, es la opción ya anunciada que mantienen los municipios de Ciutadella y Es Mercadal, a los que se sumarán directamente Es Migjorn, Es Castell y Sant Lluís. Alaior y Ferreries ven poco factible que los caballos vuelvan a ser el eje central de sus fiestas, aunque todavía no los rechazan de forma taxativa, y Maó es la única ciudad cuya posición indefinida contempla la esperanza de que suenen los acordes del jaleo en la plaza, aunque en ningún caso bajo las mismas condiciones de las fiestas tal y como las conocemos.

Joana Gomila, alcaldesa de Ciutadella. «Nosotros asumimos y cumplimos lo que dice la autoridad sanitaria en cuanto a las restricciones como medidas de prevención, por eso no es que esté a favor ni en contra de que haya fiestas con actos multitudinarios y qualcada. Sant Joan está a poco más de dos semanas y aquí está claro que no las íbamos a poder celebrar, por eso en el Ayuntamiento decidió suspenderlas aunque sí habrá actos culturales y conciertos. Para que pudiera haber aglomeraciones este verano la desescalada tendría que ir muy rápida pero veo muy complicado que se pueda pasar de 1.000 personas en un acto al aire libre a 20.000, por ejemplo, en apenas tres meses; no es que sea imposible pero me parece muy complicado».

■ Francesc Ametller, alcalde de Es Mercadal. «Desde el punto de vista sanitario pensar en jaleos o actos multitudinarios ahora es imposible. Nos jugamos mucho, mucha gente tiene su puesto de trabajo en vilo. Los caballos no tienen la culpa y no son motivo de contagio pero animan a la gente y eso genera descontrol. Se pueden hacer actos como hicimos nosotros el año pasado y nos criticaron, pero con medida. Pienso que unas fiestas de pueblo implican a todos porque va y viene gente de otros municipios y si hay contagios los pueden trasladar. Hay que tomar una decisión responsable con todo el mundo porque nos jugamos la salud y la economía. No sé si la consellera sabe bien lo que suponen las fiestas de Menorca».

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Joana Escandell, alcaldesa de Es Castell. «Está bien que haya optimismo, como dijo la consellera, pero nosotros haremos algo similar al año pasado, es decir, actos culturales, conciertos... con la gente sentada. No organizaremos ningún evento que cree masificación o que incite a la bebida, por tanto no habrá qualcada como ya habíamos acordado con la junta de caixers hace unos días porque no hay tiempo para que se den las mejores circunstancias para ello. No podemos correr y perder todo lo que hemos logrado con tanto esfuerzo aunque todos tengamos ganas de fiestas. Si la evolución fuera muy buena, quizás en el último momento podríamos decidir algo más».

■ Antònia Camps, alcaldea de Es Migjorn. «No habrá fiestas tradicionales como las que conocemos, con caballos, todavía no tenemos previsto nada en ese sentido, y me parece que todos los municipios debemos ser solidarios con Ciutadella y Es Mercadal que ya han suspendido sus actos protocolarios. Yo soy la primera que quiero fiesta pero no creo que sea indicado hacerlas unos sí y otros no. Entiendo que mucha gente vive de lo que se genera en las celebraciones pero sería peor retroceder todo lo que hemos avanzado. Creo que hay suficientes actos que se pueden organizar sin que sean multitudinarios, como la ‘migjornale', por ejemplo. Debemos hacerlos, pero con prudencia y responsabilidad».

­■ José Luis Benejam, alcalde de Alaior. «Hay que actuar con sentido común y valorar las opciones desde muchos puntos de vista, con la opinión de la junta de caixers y la de seguridad. Que haya qualcada este tiene difícil encaje porque el riesgo grande y la responsabilidad enorme. Se podrían hacer pruebas masivas de antígenos a los que vayan a la plaza pero eso es complicado y, en cualquier caso, jaleos como los que conocemos no podrían ser. ¿Cómo controlar la presión y las ganas que tiene la gente de salir, abrazarse y hacer fiestas en grupos masivos?. Nosotros hasta ayer trabajábamos en un programa para todo el verano con conciertos y otras actividades lúdicas. Antes de abrir esta puerta a las fiestas, la consellera debía habérnoslo planteado».

■ Joana Febrer, alcaldesa de Ferreries. «Nos veíamos venir que habría que debatir sobre esta cuestión, pero es complicado, aunque aún no se puede decir que lo descartemos. Hasta ahora hemos ido planificando actos culturales, conciertos, actividades infantiles y deportivas para las fiestas, pero la parte más protocolaria que incluye la qualcada es otra cuestión. En principio, todo que sea concentrar a mucha gente no se podrá hacer, aunque me encantaría celebrar Sant Bartomeu lo más parecido posible a las fiestas de siempre. En los próximos días está convocada la reunión de la comisión de festejos y hablaremos sobre la cuestión para decidir, aunque en también tiene que participar la junta de caixers».

■ Carol Marquès, alcaldesa de Sant Lluís. «Ahora no se permiten las fiestas, y no sabemos que pasará de aquí a unas semanas o meses. Parece que se irán flexibilizando medidas pero ahora mismo no hay nada seguro. Cuando llegue el momento, si llega, ya se tomará alguna decisión junto a los otros municipios. Cuando se acerquen las fiestas y se sepa cuál es el contexto y las medidas que estén vigentes ya se decidirá. De todas formas a día de hoy se hace muy difícil pensar este año en unas fiestas como las que recordamos. Los jaleos están descartados y los caballos también. Seguramente habrá actividades, a diferencia del año pasado en que no se hizo nada, pero no será como las fiestas que recordamos».

■ Hèctor Pons, alcalde de Maó. «Lo importante es vacunar, porque la gente igual puede pensar que como ya se habla de fiestas la vacuna pierde importancia, y es todo lo contrario, la clave ahora es vacunarse porque de otro modo no podemos plantearnos nada. Hemos decidido esperar porque tenemos la ventaja de ser los últimos, y más tiempo para decidir, por eso ni descarto ni confirmo que haya qualcada u otros actos. De todas formas no van a ser unas fiestas normales, eso lo doy hecho. A lo mejor sí hacemos la romería a la Ermita de Gràcia y sobre los otros actos protocolarios ya decidiremos. Comprendo que la gente este necesitada de noticias positivas, con esperanza, y las fiestas lo son».