Es Castell podría ser el primero en recuperar este año su fiesta patronal.

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La consellera balear de Salud, Patricia Gómez, abrió ayer una puerta a la esperanza en cuanto a la posibilidad de autorizar la celebración de las fiestas patronales menorquinas. Al menos no dio un portazo como en las ocasiones en que se ha planteado y la situación de la pandemia ha sido más dura y la respuesta llegaba por sí misma.

«Soy moderadamente optimista», dijo a la pregunta directa de si habría fiestas patronales este verano en Menorca. Sin olvidar los criterios de prudencia todavía vigentes a la hora de estudiar actos multitudinarios, las expectativas han cambiado.

Cada caso tendrá que ser analizado y son muchos los factores que intervienen en la autorización sanitaria, pero el enfoque es distinto. El nivel de vacunación, con un avance progresivo, es uno de los factores que cada vez se tiene más en cuenta.

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No entró en más detalle la consellera, sabedora de que había despertado una ilusión de gran recorrido en Menorca, que ya se preparaba para un segundo verano sin fiestas patronales con sus jaleos correspondientes. De momento, la probabilidad es firme, a la espera de que sea concretada en cada caso.

La esperanza ya no llega para las fiestas de Sant Joan, ya que el Ayuntamiento y la Junta de Caixers decidieron el 12 de abril suspenderlas por segundo año consecutivo. Eran fechas de repunte de la covid en Menorca y de mayores restricciones.

Las siguientes en el calendario de fiestas patronales de la Isla, Sant Martí de Es Mercadal y Sant Antoni de Fornells fueron suspendidas el lunes, mes y medio antes de las fechas de celebración. La siguiente parada es Es Castell.