Trabajadores en la cocina de un hotel de Ciutadella: el de cocinero es uno de los empleos más demandados para la temporada | Josep Bagur Gomila

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Se acerca la temporada turística y crece la inquietud en los departamentos de recursos humanos de los establecimientos hoteleros ante la necesidad de completar plantillas. El ‘boom’ turístico que vive la Isla ha aumentado la oferta de servicios que se pone a disposición de los visitantes y cada vez cuesta más encontrar empleados. Cientos de ofertas en busca de recepcionistas, camareros, cocineros, jardineros, técnicos de mantenimiento, friegaplatos, limpiadores, botones, jefes de sala y un largo etcétera que incluye también cargos directivos se acumulan estos días en redes sociales y páginas de anuncios en una competencia feroz por cubrir vacantes.

Para facilitar la labor del sector turístico la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) y la Escuela de Turismo de Balears Felipe Moreno de Menorca celebran este martes la primera de las dos Jornadas de Selección de Personal que se han organizado en Maó y Ciutadella, con más de 40 empresas inscritas no solo del ramo del alojamiento, sino también de otros sectores hosteleros e incluso de clínicas que atienden a pacientes extranjeros durante su estancia en la Isla, que también se están encontrando dificultades para contratar trabajadores.   

La directora del centro de educación superior, Maria Benejam, explica que tras años de experiencia en el campo de la inserción laboral en el sector turístico han comprobado que los problemas para encontrar trabajadores van en aumento: «Hemos notado que las empresas no pueden cubrir vacantes». Apunta a múltiples causas entre las que destaca que «hay más afluencia turística, más empresas en el sector y falta de alojamiento para los trabajadores». En ese sentido señala a un síntoma que evidencia esas dificultades. «Algunos hoteles vuelven a ofrecer alojamiento para sus empleados, es algo que hacía tiempo que no se veía».

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El sector turístico necesita mano de obra que venga de fuera a hacer temporada y la escasez de oferta de viviendas asequibles es un factor disuasivo de primera magnitud. En paralelo se enquista otro problema endémico, la falta de atractivo que parece tener el sector turístico para los jóvenes residentes. «Hay jóvenes que se forman en el sector y no les falta trabajo, pero no son suficientes».  En ese sentido subraya el trabajo que se intenta hacer para «poner en valor la dignidad del sector. Mucha gente solo ve los trabajos de camareros, cocineros, recepcionistas, pero el turístico es un sector que ofrece también cargos de primer nivel, de hecho todas las carreras, por ejemplo de marketing, se pueden vincular al sector turístico, no es solo hostelería».

Voces del sector hotelero, enfrascado estos días en preparar una temporada turística que parece que se va a avanzar más que nunca en la Isla, explicaban este lunes que «no es solamente un problema de los hoteles o de los restaurantes, muchas empresas de otros sectores y las administraciones públicas también están encontrando serias dificultades para cubrir puestos de trabajo». Más allá de las características de cada sector, el telón de fondo es siempre el mismo, la pérdida de atractivo de la Isla como destino laboral debido al elevado precio de la vivienda.

Otro de los factores que dificultan la estabilidad de las plantillas en los establecimientos turísticos es la gran rotación de trabajadores que existe. Las empresas están obligados a llamar a sus empleados fijos-discontinuos cuando reabren sus puertas, pero muchas veces son los contratados los que no quieren incorporarse o renuncian con la temporada ya empezada.

El apunte

Vuelven las ofertas de trabajo de temporada con el alojamiento incluido

Los establecimientos hoteleros se han puesto manos a la obra para hacer frente a los graves problemas que se están encontrando para atraer a trabajadores de temporada, recuperando una práctica muy habitual hace tiempo, la de las ofertas de trabajo que incluyen el alojamiento. Al margen de proyectos que se han hecho públicos como el de la cadena Meliá o el del Hotel Royal Son Bou, que compran edificios para habilitar viviendas para sus empleados, hay empresarios que deciden destinar habitaciones para alojar a su plantilla.