La casa lleva años vacía aunque ha sido objeto de okupación ilegal y vandalismo en varias ocasiones | Gemma Andreu

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El incendio de la casa del Camí de ses Vinyes, de Maó, se produjo horas después de que la Policía Local hubiera instado a tres okupas que moraban en ella desde hace unas semanas a que la desalojaran de inmediato, entre otras razones, porque no se encuentra en condiciones de ser habitada.

El fuego se declaró alrededor de una chimenea de la vivienda, por causas desconocidas, aunque, curiosamente, coincide en poco tiempo con la indicación policial realizada el mismo sábado. Los okupas aceptaron las instrucciones de los agentes y se comprometieron a salir de ella el mismo día pero fue en la madrugada siguiente cuando se produjo el incendio.

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La vivienda, situada en la esquina con el Camí de ses Rodees, había tenido otro okupa diferente hace unas tres semanas. Enterada la propiedad, acudió a indicarle que no podía seguir en ella. El hombre aceptó la indicación y se marchó de buenas maneras poco después.

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Para evitar una nueva okupación ilegal, los propietarios enviaron a un operario para que bloqueara los accesos este pasado sábado. Ese operario se encontró a tres personas dentro de la casa que le recibieron con agresividad, por lo que no pudo cumplir con el encargo. Avisada la Policía Local de Maó, fue cuando los agentes se personaron en la vivienda e instaron a los okupas a que la desalojaran, aceptando ellos hacerlo ese mismo día.

Fue en la madrugada del domingo cuando se produjo el incendio que ha provocado sospechas entre los dueños. El fuego fue advertido por un agente local fuera de servicio poco después de las 5.30 al comprobar que salía humo de la vivienda. Sus compañeros de servicio auxiliaron al único okupa que había en su interior cuando ellos acudieron al incendio y junto a los bomberos lograron impedir que el fuego se propagara al resto de la casa y vegetación más cercana.

La Policía Local de Maó ha trasladado las diligencias al Juzgado de guardia, mientras que la Policía Científica de la Policía Nacional investiga el suceso.

La casa tiene carteles a la venta de varias inmobiliarias y lleva años deshabitada. Carece de suministro de luz y no se halla en condiciones de salubridad suficientes para que vivan personas en su interior, ni tampoco la chimenea abierta está en buen estado para ser utilizada. Sin embargo, las sucesivas entradas que ha sufrido han ido acentuando su deterioro.