Algo más de dos tercios de los usuarios del puerto de Ciutadella realizan trayectos con Alcúdia. | Gemma Andreu

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El dique de Son Blanc, en Ciutadella, ha aguantado mejor que el Aeropuerto de Menorca el impacto de la pandemia. El descenso de la actividad registrada en 2020 respecto al ejercicio anterior fue del 38,6 por ciento, con lo que perdió cuatro de cada diez pasajeros. Así se frena una evolución histórica de los últimos años que iba disparada, prácticamente de récord en récord, desde que a comienzos de la década comenzaran a operar las nuevas instalaciones.

Así las cosas, según las cifras publicadas por Ports de les Illes Balears, los 292.335 pasajeros que el año pasado pasaron por los muelles de Son Blanc suponen retroceder a un volumen de actividad similar al registrado en 2014 (296.905), a medio camino de esta citada escalada estadística del puerto de Ciutadella.

Por rutas, el descenso interanual fue bastante homogéneo. Entre 2019 y 2020, la conexión con Alcúdia paso de 337.812 a 201.959 pasajeros, lo que supone una bajada del 40 por ciento, mientras que el trayecto con el puerto de Barcelona se desinfló en un 37 por ciento, para quedarse en 87.291.

En la comparativa entre las estadísticas anuales de 2020 y el referido año 2014, se demuestra una coincidencia en la actividad por rutas bastante elevada. Entre Ciutadella y Mallorca viajaron entonces 206.330 pasajeros, solo unos 4.000 más que en 2020. Medio millar de estas personas navegaron con el puerto de Palma, de hecho fue 2014 el último año con usuarios del transporte marítimo regular entre estas dos ciudades. Hace seis años los pasajeros en la conexión con Barcelona fueron 90.575, apenas unos 3.000 más que el año pasado. La novedad de 2020 respecto a los ejercicios precedentes fue la existencia de una ruta internacional, en concreto con el puerto francés de Toulon, que aportó 3.085 viajeros al balance anual global del dique.

En cuanto al puerto de Maó, Autoridad Portuaria solo dispone de estadísticas hasta septiembre. En el acumulado de los primeros nueve meses del año el descenso del tráfico de pasajeros de líneas regulares se sitúa también en torno al 40 por ciento respecto al mismo periodo de 2019.