Cola en uno de los mostradores del Aeropuerto de Menorca, mientras que el resto permanecen vacíos en plena pandemia. | Josep Bagur Gomila

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Entre los años 1986 y 1988 se produjo en la Isla lo que algunos expertos definen como el gran salto del turismo, con un incremento en esa época del número de camas para visitantes que tuvo su impacto, como no podía ser de otra manera, en las cifras de tráfico del Aeropuerto de Menorca. No en vano, fue precisamente en 1986 cuando por primera vez el aeródromo insular superó el millón de pasajeros (1.138.433), y en los dos años siguientes el incremento del tráfico aéreo rondó el 50 por ciento (1.656.386 usuarios).

Desde entonces, la tendencia del volumen anual de pasajeros en el Aeropuerto de Menorca ha sido al alza, aunque no de forma homogénea. En 1994 se alcanzaron los dos millones de billetes vendidos y en 2016 los tres millones de usuarios, para batir en 2019 el récord de actividad en las instalaciones ubicadas cerca de Sant Climent: 3.495.025 pasajeros en doce meses.

Pues toda esta evolución estadística de 35 años, vinculada al auge y consolidación de la actividad turística en la Isla, a la popularización del hecho de viajar, ha vuelto a la casilla de salida con la pandemia de la covid-19. Los 1.076.952 pasajeros computados por AENA durante 2020 en el Aeropuerto de Menorca suponen regresar a niveles de tráfico aéreo propios de 1986, incluso ligeramente por debajo. Las restricciones de movilidad y una temporada turística muy reducida han obrado este retroceso en las cifras.

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La peculiaridad de la pandemia ha hecho, además, que estas cifras propias de mediados de los años ochenta ya hayan producido con un número de operaciones bastante superior a entonces. Si en 1986 los datos históricos de AENA indican que despegaron o aterrizaron en el Aeropuerto de Menorca 11.940 aeronaves, a lo largo del año 2020 lo han hecho 14.570 vuelos.

En el corto plazo, la reducción de pasajeros respecto a 2019 fue el año pasado del 69,2 por ciento, con un 53,4 por ciento menos de vuelos, lo que indica que vinieron menos aviones y mucho más vacíos. Por tipos de ruta, la actividad con el resto de aeropuertos españoles bajó un 49,6 por ciento, hasta los 905.461 usuarios, mientras que las conexiones con otros países perdieron un 89,9 por ciento de actividad, para situarse en unas residuales 171.491 personas.

La ruta con Barcelona se quedó en 2020 con un tercio del volumen de pasajeros del Aeropuerto de Menorca (356.547), pese a sufrir un descenso del 57 por ciento. A ello contribuyó el descalabro mayúsculo de los principales mercados turísticos internacionales, como el Reino Unido, que cierra el pasado ejercicio con una merma de la actividad aeroportuaria con Menorca del 96 por ciento.

En cuanto a la diferenciación por meses, el descenso más importante se produjo en pleno confinamiento, con el aeropuerto prácticamente desierto. La variación en abril fue del 99,1 por ciento, mientras que en agosto se saldó con una bajada interanual del 53,4 por ciento, por lo que fue el mes que mejor aguantó el tipo gracias al mercado nacional (-18,3 por ciento respecto a 2019).