El organismo hizo público su balance de la aplicación de las medidas anticovid en el arranque del curso escolar. Después de consultar a docentes, alumnos y familias, constata la «importancia y necesidad» de mantener la presencialidad en el sistema educativo. Para ello reclama a la Conselleria de Educación una mayor dotación de profesores y la búsqueda de espacios alternativos para recuperar las clases presenciales cumpliendo los requisitos sanitarios.
Tal como avanzó MENORCA «Es Diari», la aplicación del sistema semipresencial en los grupos de secundaria está provocando un retraso en los temarios y genera desigualdades por la diversa situación socioeconómica de los alumnos obligados a quedarse en casa y el hecho de que algunos centros ofrecen más clases presenciales que otros.
El Consell Escolar subraya la necesidad de contratar más profesores y especialistas para abordar la nueva realidad educativa. Según expone, el actual sistema semipresencial obliga a los docentes a gestionar el medio grupo que tienen de forma presencial en el aula y el otro medio que está en su casa.
«Ello supone importantes limitaciones para poder seguir los diferentes ritmos de aprendizaje, dificultades para poder atender las dudas al momento, que se acabe dando menos temario del previsto y que no se pueda atender de forma adecuada la diversidad», añade.
Además, los centros que han aumentado la enseñanza presencial lo hacen a costa de dividir el grupo en dos espacios diferentes que son atendidos por un único profesor y la utilización de espacios que suelen ser de gestión municipal. Una situación que, según afirma, provoca estrés en el colectivo docente.
Por este motivo, el Consell Escolar reclama a la Conselleria de Educación del Govern que ajuste la carga lectiva que exige a los alumnos y las metodologías que se aplican. Tampoco funciona, a su juicio, que todo el contenido teórico se dé en las sesiones presenciales mientras las prácticas se realizan principalmente en casa. Como resultado, las sesiones escolares se hacen excesivamente densas y difíciles de seguir para parte del alumnado. Un hecho que relaciona directamente con la bajada de notas que se espera en el primer trimestre.
La semipresencialidad obliga a los alumnos a organizarse por su cuenta en casa, donde tienen más estímulos para distraerse y desconectarse de las clases. Y el nivel de madurez de un niño en los primeros años de la ESO no es el mismo de un alumno de Bachillerato.
Las familias, por su parte, también apuntan que es difícil hacer un seguimiento del aprovechamiento que hacen sus hijos de las sesiones que siguen desde casa porque estas suelen coincidir con el horario laboral de los padres.
En el caso concreto de los alumnos de segundo de Bachillerato, el Consell Escolar comparte su reclamación de saber cómo se adaptarán las pruebas de acceso a la universidad a la realidad del presente curso.
3 comentarios
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La semipresencialitat no és fer classes normals. Jo he vist algunes sessions de professors que no volen aparèixer a les imatges i les classes són una espècie de retransmissió radiofònica d'un grup que no és ni el de l'alumne. Estam en un curs que no és normal i sembla que alguns no són conscients, sobretot els polítics que no estan dins les aules. Els alumnes amb més dificultats, encara tenen molt més problemes per seguir les sessions. I la Conselleria pressiona els professors com si aquest fos un curs escolar normal, quan la autèntica realitat és que tots aquest curs és molts més extraordinari que l'any passat, ja que és un any íntegrament de pandèmia. Fa falta un poc més de sensibilitat i de mitjans. Els alumnes a aquestes edats no tenen hàbits de concentració i de treball a distància i les metodologies no són apropiades. No es pot pretenir que es passin 7 hores mirant una pantalla com si estassin dins una aula. Això és impossible i irreal. No s'atenen bé els alumnes.
I que es pensaven. Aço en es mestres els hi es igual, ells lo que voldrien es un altre confinament i Fer un altre tanda de vacantes de set mesos.
¿Y que esperábais?. Eso estaba cantado.