De hecho, en la programación de cruceros de Autoridad Portuaria de Balears para 2021 ya no aparecen barcos cuyo nombre empiece por Costa. Sí los hay en la programación para este año, en concreto catorce escalas que realizará de nuevo el «Costa Victoria», un barco de 253 metros de eslora que, después de algunas dudas iniciales que le llevaron a realizar en 2018 algunas operaciones en el puerto de Ciutadella, sí puede entrar en el puerto de Maó.
No obstante, la empresa propietaria de Costa Cruceros, la italiana Costa Crociere, no deja del todo el puerto de Maó. Mantiene en este puerto escalas de su segunda marca, Aida, muy centrada en el mercado germánico y con un tipo de oferta algo distinto. No obstante, las programaciones conocidas hasta la fecha a medio plazo demuestran que las llegada contempladas por Aida no cubren, por el momento, el hueco que dejan los barcos de Costa. Aida ya tiene previstas cuatro escalas en Maó en 2020, que suben a siete en 2021. De momento, además, ya ha reservado muelle para cinco escalas en 2022. Cifras bajas, cuando cabe recordar, por ejemplo, que en 2017 el «Costa Neoriviera» (reconvertido ahora precisamente en el «AidaMira») realizó hasta 18 escalas en Maó.
Hace años ya que desde el sector del crucero advierten que la tendencia es utilizar, sobre todo para las rutas más populares, barcos de mayor tamaño que permitan mejorar su rendimiento y ajustar los precios. El puerto de Maó, en este contexto, no puede competir, puesto que sus limitaciones físicas son evidentes. En 2019 ya desapareció de la programación de cruceros la compañía MSC, que pasó a operar en el Mediterráneo con barcos de mayor tamaño para destinar los aptos para Maó, de 275 metros de eslora, a otras rutas. Como consecuencia de ello, en parte, en los últimos ejercicios se ha experimentado una tendencia a la baja en la llegada de barcos turísticos a la Isla.
2021, flojo
Las previsiones de 2021 no apuntan, por el momento, a una mejoría en este sentido. Han reservado espacio para atracar en Maó el año que viene 42 cruceros, cuando el año pasado por estas mismas fechas las escalas programadas para 2020 eran 47. Estas cifras van cambiando de forma frecuente, generalmente al alza con la incorporación de nuevas escalas programadas, aunque también se anulan a veces por cambios de programación de la compañía o mal tiempo. De hecho ahora mismo para la temporada de este año ya se prevén 62 desembarcos de cruceristas. Son dos menos de los que se realizaron durante 2019.
Según se desprende de la programación de Autoridad Portuaria, la temporada de cruceros de 2020 comprenderá del 18 de marzo («Europa 2», 226 metros de eslora) hasta el 8 de noviembre («Star Flyer», 116 metros), mientras que en 2021 empezaría algo más tarde, a mediados de abril, para acabar a finales de octubre. En ambos ejercicios el barco más grande previsto alcanza los 253 metros de eslora. Se trata del «Costa Victoria» en 2020 y del «AidaStella» el año que viene.
17 comentarios
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I autoritat portuària que no s'entera de sa película.
Personalmente creo los barcos de mediana y pequeña eslora traen un visitante más interesante.....
Ducs d'Alba ja i cap a Ciutadella!!! S'ha d'aprofitar!!
En verano muchos cruceros llegan a Mahón en domingo, lo he visto con frecuencia porque vivo por el centro de la ciudad, y creedme que es patético verles deambular sin rumbo y sin saber qué hacer, ya que casi todo está cerrado y no hay una rata por la calle excepto ellos mismos. Un domingo de verano a mediodía Mahón es como una ciudad fantasma y desierta. Y la imagen que se deben llevar estos cruceristas despistados después de patearse las calles más céntricas, es de una ciudad decrépita y decadente, con decenas de edificios antaño emblemáticos y señoriales, que actualmente se encuentran en un estado deplorable o algunos casi en ruina.
Això no és un referendum sobre si es vol o no es vol que venguin... Només es diu que, atesa l'eslora dels vaixells, deixaran de fer escala al port de Maó. El turisme de creuer és cert que produeix un cert impacte: contaminació, deixalles, etc... Però per altra banda, també sol ser un turisme d'elevat poder adquisitiu i de curta durada, que és d'interès potencial per a molts sectors turístics. Si els megacreuers no poden entrar i maniobrar al port de Maó, potser, amb alguna adaptació, es puguin aturar a l'espigó de Ciutadella. A l'estiu, a més, sol fer bon temps a la mar i potser ho poguessin fer.
Millor que no vinguin. Guanyen els restaurants (tirant molt amunt) però perdem tots. Mireu l'exemple de Palma o Barcelona.
Esto va para Millor y Turand, me supongo que sois funcionarios.Millor cuando viene un crucero aunque usted no lo vea por que esta en su mesa de funcionario, mueven una media de 10 autobuses que hacen visitas por toda menorca gastando donde se les lleva, alquilan cohes para visitar y aunque solo compren una botella de agua ya son mucha agua, por cierto es que le ayuntamiento no cobra por la recogida de basura o por el agua (que dudo que cargen tanques los barcos modernos ya llevan plantas potabilizadoras) es que no cobran por amarrar?, cuando usted vaya a pasar unos dias a barcelona tendria que cobrarle por la basura que genera y el agua que bebe por lo que dice. sin contar que cuando utiliza el avion contamina 3 veces mas que un barco. en cuanto a Turand cree usted que las grandes marcas comerciales de ropa estarian en una ciudad de 20.000 habitantes? Ellos viven de las ventas que hacen cuando viene un crucero no de nosotros.
Luego nos quejaremos de que no hay empleo,etc..Vivimos del turismo,sin ello estamos muertos nosotros y el futuro de nuestros hijos.
Una joya natural que para sí..muchos gobiernos quisieran..y qué hacemos nosotros..mirar para otros mares
Aquests creuers contaminen moltíssim, deixen tones i tones de fems i s’enduen tones i tones d’aigua i a més de franc. I els turistes tenen tot inclós a bord i no deixen ni un euro. Millor que no venguin.