Cala Llonga (Maó) es una de las zonas donde queda prohibido el alquiler vacacional | Javier Coll

TW
10

«Un paso atrás». Así califica PIME la propuesta del Consell de zonificación de alquiler turístico, que solo permite el arrendamiento vacacional en las urbanizaciones turísticas y lo prohíbe en los núcleos urbanos tradicionales y en suelo rústico.

«El Consell ha optado por la propuesta más restrictiva», afirma la secretaria general de la patronal menorquina, Maria García, ya que ni la Ley de 2012 (aprobada por el PP), ni su modificación de 2017 (por el actual Pacte), limitaban tanto el alquiler turístico. En este sentido, recuerda que la legislación autonómica (a la espera de la zonificación decretada por los consells) posibilitaba el alquiler turístico en rústico y en los núcleos urbanos tradicionales, aunque lo limitaba a las viviendas unifamiliares aisladas y a los adosados o entre medianeras en el caso de las casas de pueblo.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 18 de enero en Kiosko y Más