El valor de la empresa de casa

En el debate posterior a sus respectiva intervenciones opinaron de ese modo a la pregunta del moderador «hacia dónde va Menorca». La coincidencia apareció también, pesimista en este caso, sobre la falta de oportunidades que se crean para los jóvenes universitarios, «según qué carreras aquí no tienen futuro, aunque tratamos de incorporar a gente joven», apunta Pons. «Siempre habrá gente que volverá, es cierto que son más los que se van, se trata de encontrar el ritmo económico», contrapone Mascaró. «Hay más universitarios que nunca y la actividad de Menorca es limitada. Es un problema que preocupa a las familias», reconoce Torres, quien defiende que debe recuperarse el orgullo para los oficios, es una filosofía que se ha perdido. Ser empresario tampoco es fácil, te obligan a ser especialista en papeleo», una queja común entre el empresariado. Asumen todos, sin embargo, que sus empresas tienen escasa capacidad de generar empleo especializado.

Mascaró reconoce que no hay formación profesional de calzado, «este año se firmará con el Govern un convenio dual de teoría y práctica en empresas, necesitamos un mínimo de alumnos para que se ponga en marcha el curso». Pons, por su parte, destaca que la formación es imprescindible para estar al día y por ello promueven en su empresa cuatro o cinco cursos al año.

Internet

Sobre el impacto que internet ha generado en la empresa familiar, hay bastantes coincidencias entre los ponentes, «es imprescindible, sin internet no existiríamos hoy», se expresa contundente Pons. La venta electrónica es residual para Jaime Mascaró, representa el cinco por ciento, «pero internet lo ha revolucionado todo, ha afectado a clientes, tiendas a pie de calle», mientras Torres resalta que es un arma de doble filo, «hay excelentes webs comerciales y detrás no hay nada, pero en general pesa más lo positivo que lo negativo».