Detalle de una calle de Maó donde se abrió una zanja para hacer pasar la fibra óptica, dejando una molesta y poco estética cicatriz

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La mayor parte de las calles por las que se hizo pasar la canalización de la red de fibra óptica de titularidad pública serán objeto de una intervención para subsanar la molesta y fea cicatriz que dejó en ellas la apertura de una zanja, luego hormigonada, de unos quince centímetros de ancho. El resultado de estas obras, desarrolladas por el Consell y realizadas a lo largo de 2015, motivó las quejas de los ayuntamientos. En total se han incluido finalmente en este proyecto de reparación 94 calles de todos los pueblos de la Isla, a las que hay que sumar el pintado de un carril bici.

El Consell, titular de la red concebida para conectar más de 70 edificios públicos, ha iniciado ya el proceso de licitación del proyecto. La inversión prevista para la actuación se sitúa en los 1.556.749 euros, que proceden del dinero que se ahorró con la rebaja obtenida con la adjudicación de la instalación de la fibra óptica, casi 1,7 millones de euros sobre un total de 7 millones presupuestados, procedentes de la partida de inversiones estatutarias que maneja el Govern. La ejecución de los trabajos se prevé para un periodo de once meses, con un parón de unos dos meses en verano. En principio, las obras comenzarían en octubre por Maó.

En la mayoría de los casos, la actuación consistirá en el fresado de la zanja y el reasfaltado de la calle, nivelándose con las arquetas de acometida de los distintos servicios y el resto del entramado viario. En algunos casos, concentrados en Maó, no se considera necesario volver a aplicar una capa asfáltica. El proyecto contempla para el conjunto de la Isla actuar sobre 126.845 metros cuadrados con la utilización de 10.655 toneladas de asfalto.

El director insular de Innovación, José Carbonell, explica que el listado de calles se ha elaborado en función de las demandas realizadas por cada uno de los ayuntamientos. Quedan fuera del plan de reparación las vías donde la zanja no fue tan perjudicial, además de aquellas en las que se ha realizado hace poco o está previsto que se realice en breve algún tipo de reforma. «El porcentaje sobre el total es bastante elevado», asegura. Carbonell recuerda que el origen de las deficiencias en los acabados está en la redacción del proyecto, no en su ejecución.

Maó es, con diferencia, el municipio con un mayor número de intervenciones previstas. El proyecto contempla actuar en 34 calles, aunque en buena parte de ellas solo se actuará en la zanja, sin tener que reasfaltar, según se detalla en el pliego de condiciones de la licitación. La inversión en Maó alcanza los 366.000 euros, con un plazo de trece semanas. En poblaciones como Es Mercadal, Sant Lluís o Es Migjorn Gran la actuación se limitará a seis calles en cada caso. La menor partida económica se la lleva el último de estos municipios, con 29.245 euros. El proyecto no incluye la posterior señalización mediante pintura sobre el asfalto, que será asumida por cada uno de los consistorios.