Simón Gornés, en una foto de su etapa como conseller del Govern. | J. TORRES

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Simón Gornés y Juan Domínguez son los aliados menorquines con los que cuenta la empresa mallorquina Pendent para gestionar la fortaleza de La Mola después de ganar el concurso para su explotación.

El primero será el nuevo director gerente del recinto turístico y cultural, según confirmó ayer el empresario mallorquín Rafael Durán, propietario de Pendent. «Hace más de veinte años que nos conocemos, su colaboración me ha dado confianza, de nos ser así no me habría embarcado en esta aventura», explicó.

Tras dos décadas en la política activa, en la que llegó a ser conseller del anterior Govern, Gornés ejerce hoy como profesional autónomo del patrimonio histórico y arqueología. Participa en este proyecto empresarial por su objetivo «de buena gestión, abrir el recinto a otros colaboradores y llenarlo de contenido», explica. Ha redactado el plan de gestión.

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Equipo

Duran sabe que el 1 de abril tendrá la gestión de la fortaleza de Isabel II a cargo de su empresa, pero advierte que no abrirá en precario, «si no puede ser el 1 será más tarde, desde luego antes de Semana Santa». El empresario mallorquín volverá el miércoles con algunos técnicos en montaje, visitas y audiovisuales para valorar sobre el terreno la situación y planificar las primeras decisiones, a la espera de firmar el contrato en los próximos días.

Ponent cuenta en Palma con una plantilla de 20 personas, entre los recintos adscritos al patrimonio religioso o histórico que explota actualmente figuran el monasterio de Lluc, el de Cura y el castillo de Sant Elm. El equipo de La Mola, que será la primera incursión menorquina de Pendent, estará formada por no más de media docena de personas, Gornés y Domínguez entre ellos.