La oferta de bebidas y productos de alimentación ocupa la parte derecha del recinto | Javier Coll

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó asegura que la fórmula implantada en el Mercat des Peix en 2013, con paradas de restauración y venta de productos locales además de las tradicionales de pescado, tendrá continuidad, pero que cambiará de forma considerable la manera de gestionarse. Los concejales Maria Membrive y Vicenç Tur, responsables del área económica, aseguran que se ha suprimido la figura del dinamizador (acabó su contrato el jueves) y que en adelante se velará por «un cumplimiento estricto» de las condiciones de las adjudicaciones, tras un periodo inicial en el que consideran que se ha hecho la 'vista gorda'.

En cuanto al dinamizador, Mikel Jorge no tendrá relevo. En junio, un equipo de gobierno acabadísimo de entrar prorrogó su contrato por un periodo de tres meses, pero esta figura finalmente se suprime. Las funciones de éste serán asumidas por los responsables del área económica del Consistorio, con un ahorro para las arcas municipales de unos 1.600 euros al mes, según explican los dos ediles del área económica.

En cuanto al cumplimiento de las condiciones, Tur y Membrive explican que no puede haber diferencias ni ventajas para determinados negocios. «Hay aspectos de los contratos que no se están cumpliendo», dicen, con una actitud permisiva al respecto por parte del anterior equipo de gobierno. Esto provoca agravios y diferencias entre los adjudicatarios. Una de las controversias radica en el hecho de que algunas paradas cocinan dentro del Mercat des Peix, con hornos y freidoras, algo que, según los actuales dirigentes, no está permitido. Según algunas fuentes, un negocio, incluso, habría decidido no volver a ocupar su parada hasta que esto no se solucione, ya que él sí cumple lo establecido y se siente perjudicado.

Además, Tur y Membrive comentan que el Mercat des Peix no está preparado para estas actividades, sobre todo en cuanto a potencia eléctrica, «es del todo insuficiente, se tiene que realizar una inversión para solucionarlo». Suele saltar el diferencial cuando hay más actividad. Al respecto de esta inversión, la voluntad del equipo de gobierno es que participen las propias empresas, «tiene que ser compartida, así está establecido en el pliego de condiciones». Aseguran que en el anterior mandato el Ayuntamiento de Maó ya asumió inversiones en infraestructuras y gastos corrientes (como limpieza) que según los contratos corresponden a los adjudicatarios, «no hay que hacer diferencias, ni competencia desleal». Cabe recordar que las concesiones tenían un precio de salida de 960 euros anuales, lo que el Consistorio considera una cantidad «asequible».