El Ayuntamiento de Maó ha reforzado la señalización horizontal en la entrada a la Plaça Reial.

| Javier Coll

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Ni una señal elocuente, ni las más de 4.000 sanciones impuestas en solo dos meses y medio, ni la presencia de un agente de la Policía Local durante casi todo el día han permitido acabar con el uso indebido de la zona de tráfico restingido de la Plaça Reial de Maó, que abarca la Costa de'n Deià y el Carrer de l'Àngel.

El teniente de Alcaldía de Servicios Generales, Salvador Botella, asegura que en cuanto el policía deja su puesto, ya por la noche, las cámaras vuelven a detectar el paso de personas no autorizadas por estas calles.

Como es lógico, la presencia del policía ha surgido efecto y cuando está casi nadie se aventura ya a pasar con el coche por este tramo de la ciudad sin contar con el preceptivo permiso. «Se ha notado, claro», asegura Botella. Pero lejos de bajar la guardia, el Ayuntamiento de Maó adoptará más medidas en este punto.

Ya se ha reforzado la señalización horizontal (pintura en el suelo), se han encargado dos señales luminosas de 'prohibido el paso' y la presencia del policía se irá reduciendo, pero de forma paulatina, manteniéndolo en las horas punta, según el teniente de Alcaldía.

En paralelo a la tramitación de las sanciones, para lo que persiste un cierto atasco, y de los recursos presentados, «alguno hay», el Ayuntamiento de Maó trabaja en la actualización de los permisos para circular por la zona para residentes y comercios.

Entre la avalancha de personas que se han dirigido a las dependencias municipales por este tema, Salvador Botella asegura que la casuística es muy amplia. Desde quien tenía permiso pero cambió de coche sin informar de ello, a los repartidores de comida a domicilio, pasando por el familiar que recoge con asiduidad a un anciano. Botella explica que se actuará con criterio y racionalidad, aunque no se concederá tarjetas a todos.

Antes del torrente de sanciones provocado por la instalación de una cámara fotográfica en la Plaça Reial , había expedidos unos 240 permisos a residentes (más de uno por domicilio) y una treintena a comercios. Los trabajadores de estos establecimientos no tienen derecho a la tarjeta.

Ahora, a raiz de las multas, la lista se está ampliando, pero con una novedad. Y es que los nuevos permisos dejan de ser indefinidos, como sí son los ya concedidos, para tener una vigencia limitada, hasta 31 de diciembre de 2018, algo que se quiere llegar a generalizar.

«A todos los pedimos un uso racional de la zona», explica Botella. Si alguien no tiene permiso y necesita de forma imperiosa pasar por la Plaça Reial solo tiene que llamar a la Policía Local.