El conseller de Economía y Medio Ambiente, Fernando Villalonga, que gestiona este centro, ha manifestado que «los visitantes, además de disfrutar de la playas y parajes naturales de la isla, también descubrirán su historia, artesanía y costumbres».
A partir del jueves, TUI España incorporará la exposición «Abarca de Menorca: del campo a la pasarela» a los itinerarios que ofrece a los visitantes de la isla.
Accederán a la exposición los participantes en las excursiones Secrets of Menorca Premium, que tienen lugar los lunes; Menorca Prestige, que se desarrolla los martes, y Coast to coast, los jueves. Esta colaboración se mantendrá hasta el 30 de octubre.
La exposición «Abarca de Menorca: del campo a la pasarela» explica la historia de la abarca menorquina, un calzado de gran arraigo entre la población de la isla.
La muestra pone de manifiesto el peso cultural, social y económico de este tipo de calzado para Menorca.
El conseller Villalonga ha declarado que el objetivo de la promoción de los diferentes sectores productivos de la isla incluye el calzado, y de manera específica las empresas que representan la marca de garantía «Abarca de Menorca».
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Y se está poniendo de moda en las tiendas de las calles comerciales cara de Londrés y también en los USA. Ya han salido en algunas revistas de alto impacto por sofisticadas, pero las que se venden el Londres salen como fabricadas por una empresa "mallorquina" me comentan desde allí
Ciudadela presenta asimismo la ventaja de contar con el aire del mar abierto, al igual que con la imagen evocadora de éste. El aumento de la población ciudadelana se debe en parte a la inmigración desde otros puntos de Menorca y, sobre todo, de las islas hermanas, aunque procede subrayar en este sentido el enorme cariño de los nacidos en la ciudad por su patria chica, hecho que hace frecuente el retorno a ella de oriundos procedentes de América y de otras partes del mundo. De hecho, esta pequeña ciudad resulta acogedora y agradable, menos expuesta al viento del Norte, más soleada y grata; a la vez, la vista de la recortada silueta de Mallorca contra el azul del cielo confiere al entorno, de otro modo harto uniforme, una nota de exotismo poco común. Recorremos seguidamente las calles de Ciudadela a partir de la despejada plaza de Alfonso III, donde desemboca la carretera principal, y que señala a su vez el principio del Ensanche. Descubrimos a la derecha de aquélla un molino de viento y una pequeña y acogedora fonda. En la esquina destaca una casa hermosa y moderna, con tímpano y acroteras o pedestales de remate del frontispicio, balcones de piedras y ornados marcos para sus ventanas. La señorial mansión de marés de don Bernat Olives, con dos balcones inferiores y escudo de armas sobre la ventana central, brazo con un ramo de olivo y la leyenda:”Tu oliva habebis in omnibus terminis”. La casa es contigua a la del Conde que linda con el Borne. La continuación de la calle de la Catedral, que da fin frente a la fachada principal del templo mayor, recibe el nombre de calle del Obispo. Al final de la plaza Nueva arranca en dirección al mar la calle del Borne, de buen firme y provista de impecables aceras, comprendida entre el palacio del Conde con su hilera de once ventanas, a la derecha, y el de Martorell a la izquierda. El Borne, plaza principal de Ciudadela, ofrece una espléndida impresión a quien llega desde el puerto. Por su magnífica situación y trazado. Queda flanqueado por el Este por la hermosa casa del Conde, y las de Martorell y Vigo, es decir, en dirección a la ciudad, y constituye un paseo engalanado de acacias provisto de bancos de hierro a uno y otro lado entre los que media cada vez un árbol. Palacio del Conde, sin duda alguna la mansión más hermosa de la isla. Cuenta con un antepatio abierto y con una airosa y gran escalera en la que una inscripción da fe de la presencia en aquél de la Reina Isabel con ocasión de su visita a Menorca. Sus salas son espaciosas y muchas, y el salón de baile es, a no dudar, el más vasto existente en la isla. Can Martorell presenta una fachada con gran balcón en el centro, dos cada vez en los lados y nueve ventanas sobre igual número en los bajos. Columnas jónicas lisas, dos en los lados del edificio y cuatro emparejadas de dos en dos, se alzan por encima del balcón como soporte del tímpano. En lo alto destacan unos vasos ornamentales de hierro. El zaguán muestra una bóveda de crucero doble y aplanada y dos arcos segmentados, así como la acostumbrada escalinata de las grandes mansiones ciudadelanas, de la que hallaremos una muestra más hermosa aún en can Vigo, con balaustrada de hierro. Posee también numerosas salas y hermosas habitaciones llenas de luz, amén de un salón con retratos de antepasados varios. Encierra asimismo plafones y cuadros pintados por el dueño actual, así como una galería de tres arcos sobre la plaza. Desde la terraza ornada de tinajas se goza de una espléndida vista sobre el Borne, El Canal, la Torre del Ram y los salientes de la costa Sur. Can Vigo, pintada de color rojizo, es grande asimismo, pero más sencilla, aunque cuenta también con habitaciones amplias y despejadas. Dispone también de una hermosa escalera de doble acceso en ambos lados, y que discurre luego a lo largo de la parte frontal. Tras un inicial tramo bilateral sigue un primer descansillo origen a su vez de un segundo tramo doble hasta el nuevo rellano, del que nace ya una escalinata simple. En la parte norte del Borne se encuentra el Teatro y algunas casas pequeñas con una espléndida vista sobre el puerto. Es francamente hermosa la parte delantera del palacio del Gobernador con su exquisito porche soportado por cuatro contrafuertes.. Hay una sala de tres arcos, de gran elegancia, uno de aquéllos dobles, en cuyos cruceros campean las Barras de Aragón y el Aguila Imperial. La perspectiva es especialmente encantadora desde el baluarte bajo Se goza de una vista espléndida. Archiduque Luis Salvador de Austria, marzo 1891