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Cristian Cotanda, un joven de 21 años, falleció hará mañana dos años por una miocarditis aguda. El hecho que pocas horas antes del deceso Cristian pasara por la consulta de Urgencias del Hospital Mateu Orfila, donde se le instó a regresar de nuevo a su casa sin darle más importancia a los síntomas que presentaba, levantó la indignación de sus familiares.

El caso entró en los juzgados, con un informe forense que no convenció en absoluto a la familia al relacionar primero la muerte con el consumo de drogas y luego "quedarse parados en cuanto las pruebas demostraron que no había consumo de drogas", explica el hermano de Cristian, José Sánchez. "Esto es lo que nos tiene más indignados, que no hicieran nada más en cuanto quedó descartado lo de las drogas".

La familia de Cristian optó por no quedarse de manos cruzadas y encargó tres informes periciales externos. "Coinciden en un ochenta por ciento", explica José. Básicamente apuntan a que la atención recibida por Cristian no fue suficiente ni adecuada a una buena praxis médica.

Uno de estos documentos ha sido entregado recientemente al juzgado, que debe analizarlo para ver si inicia alguna acción al respecto. De momento no hay respuesta. La muerte de Cristian está pendiente de resolverse por la vía administrativa, y podría derivar en una indemnización que a la familia le sabrá a poco, "le van a poner un precio a mi hermano". La vía civil es la que pretende reactivar la familia de Cristian con la entrega de este informe pericial al juez.

El informe cuestiona severamente tanto el análisis del forense como la atención recibida por Cristian en Urgencias. Entiende que en el Hospital se pasó por alto los antecedentes de riesgo cardíaco del paciente, se incurrió en incorrecciones al elaborar el informe y que la exploración física fue incompleta, entre otros conceptos. Señala el documento que el médico de Urgencias debería haberse planteado la posibilidad de una enfermedad cardíaca y de solicitar un electrocardiograma o el apoyo de un especialista.

El médico que elaboró el peritaje entiende que la atención recibida perjudicó al paciente "porque le privó de ser diagnosticado y de recibir el tratamiento adecuado para su miocarditis. Con el diagnóstico, las posibilidades de supervivencia habría sido mucho mayores". José tiene claro que en Urgencias no se actuó de mala fe, pero pide que se sepa la verdad y se haga justicia.