Terreno. La planta potabilizadora se ubicaría en el Camí de Trepucó, junto a los depósitos de agua - Javier

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"El problema se ha politizado". Así de contundente se muestra el alcalde de Es Castell, Juan Cabrera, cuando reflexiona sobre el sinfín de críticas y voces contrarias surgidas en torno al proyecto de la planta potabilizadora. En esta misma línea se manifiesta la concejala Irene Coll quien asevera que "hace años que se está estudiando la mejor solución para el problema que sufre Es Castell con el agua y los grupos políticos han seguido los pasos".

Cabrera lamenta además que después de tantos años solo se haya redactado un plan director dentro del Plan Hidrológico de Balears donde se contempla la posibilidad de estudiar la instalación de una desaladora en la zona de Levante. "El problema es generalizado en toda la Isla y hasta el momento solo se ha movilizado Es Castell". A su vez añade que "puede haber otras soluciones y, sobre todo, de forma mancomunada para la Isla". Pero el alcalde tiene claro que el problema necesita de una solución a corto plazo.

"El Ayuntamiento lo proyecta para dentro de ocho meses, nos preguntamos cuánto deberemos esperar para una solución a nivel insular", espeta.

En este sentido Irene Coll tilda de injusto y gravoso que un municipio se vea obligado a pagar el agua más cara de Balears y "si Medio Ambiente no tiene competencias sí tiene la responsabilidad de canalizar el problema con quien le competa la situación".

Por ello, critica la falta de comunicación y la confusión que se ha creado en torno a un "anteproyecto de canalización desde Ciutadella hasta Es Castell" sobre el que "nadie nos ha informado" y sobre el que planean numerosas dudas. "¿Qué ha ocurrido, se ha descartado, por qué no nos informan al respecto si saben que Es Castell está moviendo fichas?", se pregunta Coll y señala que "se habla de un coste que va de los 45 millones de euros a los 18 millones pasando por los 22, pero quizás valga la pena plantear una inversión que beneficie a toda la Isla, en mi caso, estoy de acuerdo en estudiar otra opción posible", puntualiza.

Cabrera asevera que cualquier municipio balear que cuente con agua tratada paga un euro o euro y medio más por metro cúbico usado. Avanza que según el cálculo facilitado por SOREA, el ciudadano de Es Castell vería encarecido el recibo del agua en unos 95 céntimos por metro cúbico. Especifica que un recibo de 35 euros trimestrales, que es lo que paga el 65 por ciento de los habitantes, pasaría a costar 65,41 euros. "Unos ciudadanos se han opuesto a esta planta pero hay otros que reclaman una solución ya, puesto que el gasto de entre 90 y 100 euros trimestrales en la compra de agua embotellada es superior al que se plantea con la planta", señala. Cabrera avanza que se ha solicitado una reunión con el conseller de Medio Ambiente para conocer el impacto que puede tener sobre la atmósfera el uso de productos químicos.

El equipo de gobierno manifiesta que estudiará las ideas aportadas para decidir el futuro de este proyecto. Se han presentado unas 25 alegaciones que serán elevadas al pleno.