compañerismo. Riva se refirió a la unidad y al sacrificio como básicos para el Ejército - Gemma Andreu

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Militares en activo, retirados y en la reserva se reunieron ayer, junto a sus familiares, en el cuartel de San Isidro para celebrar la festividad de la patrona de la artillería, Santa Bárbara, con una misa y una recepción presidida por el coronel Francisco Riva Mayor. Una tradición, recalcó el mando militar, que debe servir para "incrementar la unidad imprescindible en el Ejército", así como "el compañerismo".

Una unión entre militares de distintos cuerpos y armas a la que también apeló el general en la reserva y ex jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Luis Alejandre, momentos antes de alzar la copa en el tradicional brindis por el Rey don Juan Carlos, "que representa esa unidad", afirmó.También se refirió el coronel Riva Mayor, en estos días en los que el caos en el tráfico aéreo y el decreto del estado de alarma ha hecho cobrar protagonismo al Ejército del Aire y a la Unidad Militar de Emergencias (UME), al "servicio a la patria" que deben realizar los militares, "ya hablo de patria, no de Estado o país, porque servimos con capacidad de sacrificio no sólo a un pedazo de terreno", aseguró, "sino a las personas" que "definen a la patria".

Después de llamar a los presentes "a que nunca perdamos esos lazos de unión" y dedicar unas palabras de recuerdo "a los que ya no están" y sirvieron en el Ejército, el acto dio paso a la entrega de condecoraciones.

El brigada especialista del Ejército de Tierra, José Orlando Moya Sánchez, recibió de manos del general Alejandre la Encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, después de 25 años de servicio.

Otro de los reconocimientos fue para el subteniente de Infantería del Ejército de Tierra Miguel Ángel Sánchez Martín, que ya contaba con tres menciones honoríficas y ayer le fue impuesta la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco por parte del coronel Riva Mayor.

El encuentro con motivo de los Patronos de las Armas y Cuerpos del Ejército de Tierra –ayer Santa Bárbara, patrona de los artilleros desde hace más de cinco siglos, como recordó Francisco Riva, y el miércoles la Purísima Concepción, patrona de la Infantería–, se desarrolló en un ambiente familiar y festivo, como es habitual, aunque con la atención puesta en los acontecimientos relacionados con la huelga de controladores aéreos, que obligó a la intervención militar decretada por el Gobierno.

El coronel Francisco Riva eludió pronunciarse al respecto, ya que la orden gubernamental movilizó únicamente a la UME y al Ejército del Aire.

Por su parte, el director insular de la Administración General del Estado, Javier Tejero, confirmó la llegada a la Isla de dos militares que desde primera hora del día de ayer se hicieron cargo del control aéreo en la torre del Aeropuerto de Menorca.