En un domingo tan lluvioso como el de ayer, nada mejor que la combinación sofá, café y libro. A ello invitaba también el acto organizado con motivo del Día de las Escritoras por el grupo literario Kintsugi, formado por Margarita Ballester, Mariona Fernández, Ana Haro, Llucia Palliser, Rosa Preto y Luisa Antolín. En total, seis mujeres con un nexo común: su pasión por la literatura y Menorca.
El vermut literario, el cual tuvo lugar en La Cavatina de Maó, sirvió de espacio para la presentación en público del grupo. Pese a los problemas que ocasionaron las fuertes precipitaciones al mediodía en la Isla y que impidieron la presencia de algún que otro interesado, medio centenar de asistentes pudieron compartir algunos fragmentos de sus escritoras favoritas.
Y es que esta primera actividad giraba en torno a las mujeres escritoras, una figura que se ha visto «invisibilizada» a lo largo de la historia. «No se han dado a conocer muchos textos y escritos de mujeres, al igual que ha ocurrido en otras muchas disciplinas artísticas. Es una pérdida para toda la humanidad porque es una parte de la historia de la literatura, la poesía y el teatro que apenas se conoce. Es interesante que la difundamos y que, sobre todo, sirva de referencia para las niñas», argumenta Luisa Antolín, una de las cofundadoras de Kintsugi.
La jornada de celebración fue todo un éxito, con la lectura de algunos textos y poemas inéditos de las propias integrantes del grupo.
Además, desde la organización destacan el «cálido y luminoso» ambiente generado en la sala durante las cerca de dos horas que duró el vermut y la sesión literaria.
Nacimiento del grupo
Pese a conocerse ya desde hace varios años y habiendo entablado una relación de amistad, no fue hasta octubre de 2020 que Luisa Antolín y sus amigas se lanzaron a crear un grupo literario.
El club echó a andar bajo el nombre de Kintsugi. Este término japonés hace referencia a una técnica milenaria nipona de reparación de porcelana con cera y polvo de oro, el cual hace que las grietas sean «visibles, valiosas y bellas».
«Es un canto a la belleza de la imperfección, a la resistencia al paso del tiempo y a las reparaciones continuas que realizamos a lo largo de la vida con nosotros mismos», expresa la propia Luisa Antolín, la cual se identifica con esta idea igual que el resto de sus compañeras.
El apunte
Homenajeando a Louise Glück y otras ganadoras del Nobel de Literatura
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