Rememora al hilo de esa reflexión su director, Joan Taltavull, la evolución que se ha producido a lo largo de todo ese tiempo. «Empezamos prácticamente bailando mi hermana y yo», explica sobre un proyecto que nació al refugio de las canteras de Líthica y que hace unos años se ha reconvertido en una muestra itinerante por diferentes espacios no escénicos de la Isla.
Un camino ese que continúan explorando con nuevas ubicaciones para sus espectáculos.Este verano aterrizan en dos municipios en los que aún no había tenido presencia, como Ferreries (la cantera de Binicalsitx) y Alaior (el poblado talayótico de Torralba d'en Salort).Se incorporan también otras localizaciones nuevas, como la muralla del Ayuntamiento de Ciutadella o Cala Morell.
Hablan desde la organización que con estas doce ediciones se cierra un ciclo con la vista puesta en el inicio de otra etapa. «Creo que hemos alcanzado un punto de madurez.Siempre intentamos renovarnos, hay cosas nuevas que hacer», avanza Taltavull sobre un proyecto que se ha ido moldeando a medida que pasaba el tiempo hasta convertirse en uno de los festivales más importantes del verano menorquín. Y es que lo que comenzó como un proyecto casi familiar tiene para el festival de este año un presupuesto de 220.000 euros.
Una aventura artística que se sostiene, explican desde la organización, gracias a la fidelidad de los espectadores, que representan «uno de los principales motores para poder crecer». Un eje fundamental que se apoya en las ayudas de las instituciones públicas (los ayuntamientos de Maó y Ciutadella, Consell, Institut d'Estudis Baleàrics e Inaem) y en el empuje del ámbito privado a través del colectivo Amics de Pedra Viva, del que forman parte 58 mecenas. Cabe destacar que este año se ha contado para el cartel con una imagen del prestigioso diseñador Isidro Ferrer.
Así, se mantiene la línea principal de un festival cuya filosofía había quedado ya patente con el anuncio de los espectáculos que se habían avanzado hace unos meses. Una apuesta tan ambiciosa como la de conseguir que una estrella de la talla de Rufus Wainwright apueste por incluir la Isla en su gira europea y a la vez apoyar al tejido cultural y artístico local con la recuperación del espectáculo de teatro musical «Els pirates».
El cambio más sustancial respecto a los últimos años es la nueva apuesta por Pedra en Viu. Una sección planteada inicialmente para la promoción del talento local de nuevas compañías que este año se abre por primera vez a las propuestas llegadas desde todo Balears. El giro ha cosechado unos buenos resultados con la inscripción de algo más de una treintena de propuestas llegadas desde diferentes rincones del Archipiélago. Los organizadores han seleccionado cinco de Mallorca, cuatro de Menorca y una de Eivissa.
La exhibición de los proyectos cambiará esta edición el escenario único de Lithica por nueve espacios del casco antiguo de Ciutadella. Las representaciones se llevará a cabo todas durante una única jornada, el 1 de septiembre, entre las 11 y las 22.30 horas.
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